La religión debe llegar a ser realidad en la experiencia personal..
Libro de Urantia. Pág.1630
El Libro de Urantia, llega a ser benditamente majadero, en decirnos una y mil veces que el conocimiento intelectual y el espiritual, sirven como base pero en ningún caso ellos pueden ser la espiritualidad, ni la esencia de una religión, porque ella sólo puede darse a través de la experiencia personal, porque "la verdadera religión es la actitud de un alma individual en sus relaciones con su Creador.1600" porque es mucho más importante el sentir a Dios en nuestro interior y en nuestra vida cotidiana, que el saber todo respecto a los Universos y a las Jerarquías, porque " el hombre no halla la salvación ni se ennoblece por las presiones. El crecimiento espiritual emana desde el interior del alma en evolución. La presión puede deformar la personalidad, pero no estimula jamás el crecimiento. Aún la presión educativa es útil únicamente en forma negativa, en cuanto ayuda a prevenir experiencias desastrosas. El crecimiento espiritual es más grande cuando todas las presiones externas son mínimas.1135" es decir cuanto uno actúa motivado por el libre albedrío y las ansias de hacer la voluntad del Padre y algún día llegar a ser como El y no porque sea una obligación.
Por supuesto que todo lo que sea leer y conocer está bien, porque "el conocimiento es una búsqueda eterna, siempre estás aprendiendo, pero jamás puedes llegar al conocimiento pleno de la verdad absoluta. En el conocimiento por sí solo no puede haber jamás una certidumbre absoluta, tan sólo una probabilidad en aumento de aproximación; pero el alma religiosa de iluminación espiritual sabe, y sabe ahora.1120" pero ignora lo que puede llegar a saber mañana porque "La religión de revelación, deberá siempre limitarse por la capacidad del hombre para recibirla.1007" y muchas veces somos nosotros mismos quienes nos incapacitamos para recibir nuevos conocimientos, porque nos aferramos a lo que ya creemos conocer, olvidando que "el hombre en su experiencia de vida y para mantenerse al ritmo de las obligatorias demandas y los impulsos poderosos de una experiencia religiosa, necesita una actividad incesante en crecimiento espiritual, expansión intelectual, ampliación de los hechos y servicio social. No hay religión verdadera sin una personalidad altamente activa. Por lo tanto, los hombres más indolentes frecuentemente tratan de escapar a los rigores de las verdaderas actividades religiosas mediante un tipo de autoengaño ingenioso, recurriendo al retiro en el falso refugio de las doctrinas y los dogmas religiosos estereotipados. Pero la verdadera religión está viva. La cristalización intelectual de los conceptos religiosos es el equivalente de la muerte espiritual. No podéis concebir la religión sin ideas, pero cuando la religión se reduce tan sólo a una idea, ya no es religión; se ha vuelto solamente una especie de filosofía humana.1121"
El mundo está como lo vemos, porque está plagado de personas que pertenecen a las diferentes religiones y filosofias, pero hay muy poca gente realmente espiritual, porque para serlo es preciso tener una conciencia viva de que somos templos de Dios, porque El habita en nosotros. Los altares de las iglesias están llenos de flores en demostración de amor y preocupación, en cambio nuestro templo interior carece de la demostración de los frutos del espíritu que son: " el amor, la alegría , la paz, la aceptación, la dulzura, la bondad, la fe, la humildad y la templaza. 381" esta última es el justo medio o más bien el discernimiento para hacer lo preciso en el momento adecuado. Basta con analizar nuestro mundo y nos daremos cuenta, que estos frutos son cada vez más escasos en nuestra sociedad y que la cosecha no puede realizarce si no comenzamos por plantarlos en nosotros mismos y practicarlos no en un día determinado, sino que hacer de ellos "una forma de vida y una técnica de pensamiento.1013 porque "la religión es válida solamente cuando revela la paternidad de Dios y la hermandad de los hombres.1572"
Lo que Jesús está esperando de nosotros es que nuestra religión sea la del espíritu, esto significa esfuerzo, lucha, conflicto, fe, determinación, amor, lealtad, y progreso. La religión de la mente, la teología de la autoridad, requiere poco o nada de estos esfuerzos de sus creyentes formales. La tradición es un refugio seguro y un camino fácil para esas almas temerosas e indiferentes que instintivamente evitan las luchas espirituales y las incertidumbres mentales, asociadas con esos viajes de osada aventura de la fe, a los altos mares de la verdad no explorada y en la búsqueda de las orillas más lejanas de las realidades espirituales, como pueden ser descubiertas por la progresiva mente y experimentadas por el alma humana en evolución.1729"
A estas alturas del Camino, sería bueno que nos preguntáramos ¿estoy tratando de ser una persona religiosa o espiritual?
yolanda silva solano