Dios es tu pastor; nada te faltará.
En lugares de delicados pastos te hará descansar;
Junto a aguas de reposo te pastoreará. Confortará tu alma;
Te guiará por sendas de justicia por amor de su nombre.
Aunque andes en valle de sombra de muerte,
No temerás mal alguno, porque Dios estarás contigo;
Su vara y su cayado te infundirán aliento.
Adereza mesa delante de ti en presencia de tus angustiadores;
Unge tu cabeza con aceite; tu copa está rebosando.
Ciertamente el bien y la misericordia
te seguirán todos los días de tu vida,
Y en la casa de Dios moraras por largos días.