«Al igual que yo he revelado al Padre, vosotros revelaréis el amor divino, no solamente con las palabras, sino en vuestra vida diaria.»
Libro de Urantia.
Si el mundo está como lo vemos es porque durante todos estos siglos los cristianos hemos ignorado estas palabras de Jesús, muchas de las religiones en su nombre crean ritos y hablan mucho de las virtudes, pero en la práctica son palabras que se lleva el viento, porque "nombrar las virtudes no quiere decir definirlas, pero vivirlas es conocerlas. La virtud no es sólo conocimiento ni aún sabiduría, sino más bien la realidad de la experiencia progresiva en el logro de los niveles ascendentes de alcance cósmico. En la vida diaria del hombre mortal, la virtud se realiza como la elección uniforme del bien sobre el mal, y dicha capacidad de elección es prueba de la posesión de una naturaleza moral. La moralidad nunca se puede promover ni por ley ni fuerza. Es un asunto personal de libre albedrío que debe diseminarse mediante el contagio por contacto de las personas moralmente atrayentes con aquellas que responden menos, pero que también tienen en cierta medida el deseo de hacer la voluntad del Padre.195"
La moralidad es cambiante, depende de las costumbres y de los tiempos, pero por sobre estas diferencias debemos considerar que "las acciones morales son aquellas realizaciones humanas que se caracterizan por la inteligencia más elevada, dirigidas por una discriminación selectiva en la elección de los fines superiores, así como también en la selección de los medios morales para conseguir esos fines. Dicha conducta es virtuosa. La virtud suprema, por lo tanto, es elegir de todo corazón hacer la voluntad del Padre en los cielos. 195"
La virtud es considerada como algo muy especial, cuando en verdad para un hijo de Dios debería ser simplemente una forma de vivir en plenitud la voluntad de Dios, no de vez en cuando y como algo diferente sino que esas virtudes que creemos tener deberían manifestarse en nuestra vida cotidiana como amor y servicio, pero los cristianos cuando mucho, nos conformamos con no hacer el mal, lo cual no es suficiente porque "debemos aprender a hacer el bien.1736" y la mejor ayuda que podemos entregar a nuestros hermanos es enseñarles el camino del Reino, más que con palabras fluídas con nuestro ejemplo silente, pues "si conocemos a Dios, nuestra tarea verdadera en la tierra es vivir de modo tal, que el Padre pueda revelarse en nuestra vida, y así todas las personas que buscan a Dios verán al Padre y pedirán nuestra ayuda para averiguar más acerca del Dios que de ese modo encuentra expresión en nuestra vida.1466"
En este preciso momento y con sinceridad ¿podemos decir que nuestras acciones son las que se esperan de un hijo de Dios que está llamado a darlo a conocer con su vida? A veces es bueno guardar silencio y hacer una instrospección para tomarle el pulso a nuestra evolución y a nuestra espiritualidad, no sea cosa que nos estemos autoengañando al creer que porque leemos, hablamos o escribimos sobre el Libro de Urantia u otros libros sagrados y nos hacemos expertos en ellos estamos evolucionando, porque no es así. El refrán popular dice que obras son amores y no buenas razones...no olvidemos que "la cristalización intelectual de los conceptos religiosos es el equivalente a la muerte espiritual.1120" ... es como para pensarlo y ver que podemos mejorar en nuestra vida cotidiana de manera que ella sea un ejemplo ...
yolanda silva solano
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