CALLA, NO DIGAS NADA
Si estás en silencio, calla, no digas nada.
No ocultes tu mirada hacia la luna,
y siente, solo eso. Escucha a tu alrededor:
Calla el silencio, solo habla a media voz…
Haz de este instante el mejor de tu vida
deja que mi voz alcance tu infinito bienestar,
que tu piel se erice cuando oigas tu pisar,
solo este instante, solo este.
jamás lo podrás olvidar.
El sentir como sientes ahora
podrá hacer de tu mente un lugar
para soñar, un recuerdo bello para el pasado,
que puede marcar tu futuro
sin agobios ni soledad.
Chisss calla, no digas nada,
tu alma habla por ti,
tu pecho palpita por ti,
tu mente siente y piensa por ti,
estás por encima de la sensibilidad
de tu piel, de tu alma, que no deja
de amarte y querer.
Es tan simple y llano este instante
que solo en ti y en el aire que respiras
está la simpleza de lo fácil,
de lo creyente y realizable
solo… si tu lo deseas.
Puedes navegar sin inquietud por tu vida,
reflejar tu silueta en el mar,
puedes sentir un alivio inmenso
de la brisa rozando tu rostro
solo, si tu hoy sabes buscar.
El ayer ya es historia,
solo en el hoy puedes reencontrar,
ese juego de palabras
que escuchándolas
puedes volver a tu estado
de sinceridad natural.
La naturalidad de sentir y vivir
es tan lánguida como un mañana
sin que ningún pasado te pueda
dañar ese instante que tanto anhelas
y que puedes emprender libre,
como una paloma viajera que
se halla encima
de una ola y lista para echar a volar.
Serenidad sin ataduras hallarás,
sin dramatismo, sin cansancio,
serenidad compartida solo
por y para ti, absorto y firme
al mismo tiempo para hallar
el mutismo fascinante del silencio.
Chissss calla, no digas nada,
solo escucha la susurro de tu voz
que te aclama… que te grita.
La voz del misterio de la vida,
de tu vida ,que sin se cansina
va alertando tus pisadas.
Déjate desmayar, percibe
tu aliento, tu respirar despacito,
y entra por la puerta de tu alma
de tu sentir, de la luminosidad
de tus sentimientos hermosos
que no dudes,
jamás dejaron de existir.
No rechaces este instante y calla…
no hables, y céntrate en tu inquietud,
encamina tu mirada hacia el lugar
del reposo, de la serenidad,
deja que tu alma te lleve
porque solo ella sabe donde
puedes, feliz recapacitar.
Marisa Prunera
Llum
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