El acné es una enfermedad que afecta a más del 70% de las personas en algún momento de su vida, especialmente durante la época del desarrollo y la adolescencia. Se ha determinado que el acné no presenta una causa única, sino que es el resultado de la combinación de cuatro factores, entre los que encontramos:
- La estimulación hormonal
- El crecimiento de las glándulas sebáceas
- El proceso de queratinización
- Presencia, cantidad y tipo de bacterias en el folículo piloso Los factores hormonales durante el desarrollo de los varones, estimulan el crecimiento y producción de las glándulas sebáceas, por lo tanto se constituye como un factor predisponente.
Alteraciones en la queratinización provocan la obstrucción de los folículos. Así como también defectos en la descamación de la epidermis, conllevan al taponamiento consiguiente de estos folículos. Las bacterias están presentes y dependiendo de su cantidad y tipo son uno de los factores principales, el sebo acumulado constituye un medio favorable para el desarrollo y crecimiento de las bacterias. Algunas de las bacterias presentes son capaces de secreta una enzima que actúa sobre el sebo folicular, originando ácidos grasos irritantes que producen la inflamación, además también producen péptidos que son capaces de atraer leucocitos provocando la inflamación subsecuente.
Los factores mencionados no son los únicos que intervienen en el desarrollo del acné, otros factores como: los alimentos, los traumatismos, el clima y factores emocionales son capaces de desarrollar o agravar la enfermedad.
Las lesiones del acné pueden presentarse en diferentes fases según su estado de evolución:
En la primera fase el folículo piloso se obstruye y se hincha la glándula sebácea
En la segunda fase el sebo acumulado dentro del folículo lo rompe, y este se riega bajo la epidermis, formando un quiste de grasa que no es de mucho mayor tamaño.
En la tercera fase, la ruptura del folículo permite la infección con la flora bacteriana de la epidermis.
Cuarta fase, cuando los folículos afectados son muchos, y llegan a extenderse a los hombros, al pecho, a la espalda y a la parte superior de los brazos, degenerando en lesiones más graves. No en todas las personas que sufren de acné, se presentan las cuatro fases.
Dependiendo de la fase que se observe en el acné, se pueden observar cuatro tipo de lesiones:
- Pápulas
- Pústulas
- Nódulos
- Quistes
La pápula es la lesión que origina la inflamación local, la infección subsecuente puede originar una pústula. Las lesiones descritas en los primeros grados del acné, pueden originar lesiones más graves como las del llamado acné nodular y quístico. Estas lesiones resultan del incremento de la infiltración de células inflamatorias, que llegan a formar una lesión indurada (nódulo). Cuando estas lesiones se extienden a numerosas glándulas sebáceas, el sebo liberado y las células inflamatorias se acumulan en la dermis, en donde son reencapsuladas, formando un quiste. El tratamiento del acné debe iniciarse de manera tópica.
Consulte a su dermatólogo, el conoce la mejor terapéutica para cada caso.