¡QUIEN PUDIERA SER NIÑO..!
Hay un suave perfume que se expande
Como una brisa suave
Por la callada tarde.
Se han dormidos las horas a la sombra
Que proyecta un ramaje de guayaba,
Que en su frondoso abrigo,
Esconde el nido el pájaro.
De pronto, en esta siesta,
Me he vuelto un poco niño
Y trepo sin angustias y sin riesgo,
Solo con la mirada,
Hasta el azul de cielo
Por las robustas ramas.
Para encontrar con gozos infantiles
El nido que se esconde a la mirada
Y observar el secretos de la vida
Que palpita latente y misterioso
En el núcleo vital del huevo mismo.
¡Quien pudiera en las siestas, como entonces,
Trepar por esa planta de guayaba
Y volver a ser niño!
autor: Juan Manuel Olveira ( El Viajero)