Un corazón alegre es como un buen remedio.
Libro de Urantia, Pág.1674
Desgraciadamente durante demasiado tiempo se nos enseñó que la espiritualidad y la vida virtuosa estaba rodeada de sacrificios y renuncias, además que esta vida era un valle de lágrimas que debíamos soportar con resignación. Creo que este es la mejor caricatura de lo que es una vida recta y llena de espiritualidad, porque "la experiencia de una vida religiosa dinámica transforma al individuo mediocre en una personalidad de poder idealista. La religión sirve al progreso de todos porque fomenta el progreso de cada individuo, y el progreso de cada uno es aumentado por el logro de todos.1094" lo cual por supuesto nos convierte en personas que hacen de sus propias vidas un constante desafío que nos llena de alegría, porque sabemos que en ningún momento de nuestra existencia estamos solos, porque junto a nosotros siempre está nuestro Espíritu residente, que nos une al amor de nuestro Padre y entonces la espiritualidad " se vuelve de inmediato el indicador de la propia cercanía a Dios y la medida de nuestra propia utilidad para con los semejantes. La espiritualidad eleva la habilidad de descubrir la belleza en las cosas, de reconocer la verdad en los significados y la bondad en los valores.1096
Nuestra paz interior y nuestra alegría manifiesta en nuestra sonrisa fácil y buen humor, deberían ser siempre los parámetros con los cuales midiéramos nuestro unión con Dios, nuestra evolución y nuestra espiritualidad, porque en la medida que "asciendes la escala universal del desarrollo de la criatura, encontrarás mayor bondad y menor mal, en perfecto acuerdo con tu capacidad de experimentar la bondad y discernir la verdad.1458" lo cual no quiere decir que estaremos excentos de los problemas y las pruebas ya que ellas son inherentes a nuestra condición humana . "La capacidad de albergar el error o de experimentar el mal no se perderá por completo hasta que el alma humana ascendente no alcance los niveles finales de los espíritus.1458 Pero cuando se ha comprendido que "la sabiduría del hombre nace de las pruebas y de los errores de la experiencia humana.58" tenemos la capacidad de aprovechar todo lo que nos pasa, incluyendo nuestras caídas y fracasos en algo positivo, porque al darle conciencia a lo que nos ocurre estamos transmutando lo negativo en una experiencia con valor de sobrevivencia eterna, por eso Jesús nos instaba a "orar al Padre para que transforme vuestras emociones de mente y cuerpo en las más valiosas lealtades del corazón y mayores satisfacciones de experiencias del espíritu.1730" pues "al entrar al reino, no podéis escapar sus responsabilidades ni evitar sus obligaciones, pero recordad: el yugo del evangelio es fácil y la carga de la verdad es ligera.1768
La espiritualidad en vez de ser un freno en nuestra realizaciones, debería ser el motor que nos estuviese siempre impulsando a nuevos descubrimientos espirituales en los hechos más simples y comunes de la vida diaria, porque "el hombre no puede esperar vivir de acuerdo con sus ideales más elevados, pero puede ser fiel a su propósito de encontrar a Dios y de tornarse cada vez más como él. Jesús eliminó todos los ceremoniales de sacrificio y expiación. Destruyó la base para toda esta culpa ficticia y sentido de aislamiento en el universo, al declarar que el hombre es hijo de Dios; la relación criatura-Creador se tornó así una relación hijo-padre. Dios se vuelve el Padre amante para sus hijos e hijas mortales. Todas las ceremonias que no sean parte legítima de tal relación familiar íntima se eliminan para siempre. Dios el Padre trata con el hombre su hijo a partir de la base, no de su virtud o valor real, sino en reconocimiento de la motivación del hijo y el propósito e intento de la criatura. Esta relación es una asociación de padre e hijo y está activada por el amor divino.1133" Ante estos planteamientos ¿cómo no sentir la íntima y permanente alegría de sentirnos hijos de Dios?
Jesús no murió en la cruz para que nosotros lo recordáramos en medio de sus dolores físicos, porque detrás de ellos estaba el triunfo de su resurrección, El nos pidió: "no describáis a vuestro Maestro como varón de dolores. Las futuras generaciones deben conocer también nuestra felicidad radiante, el entusiasmo de nuestra buena voluntad, y la inspiración de nuestro buen humor. Proclamamos un mensaje de buenas noticias, contagioso en su poder transformador. Nuestra religión late con nueva vida y nuevos significados. Los que aceptan esta enseñanza se llenan de alegría y su corazón los impulsa a regocijarse para siempre. Una felicidad en crecimiento constante es siempre la experiencia de todos los que están seguros de Dios. 1769
El mundo en que nos está tocando vivir necesita paz y fraternidad, pero ninguna de estas dos cosas se pueden conseguir con un corazón atribulado, porque nadie puede dar lo que no tiene, por eso en forma consciente propongámonos a nosotros mismos a irradiar nuestra alegría de vivir a nuestros semejantes, porque sin duda que ella será capaz de alumbrar a los que nos rodean, procuremos que nuestro corazón alegre, sea para que ellos el remedio que sane sus heridas y los ayude a comprender que la vida no es un valle de lágrimas, sino una pradera llena de oportunidades y posibilidades que están a nuestra disposición con sólo aprender a QUERER QUE ASÍ SEA PORQUE CON NUESTRO PADRE NADA ES IMPOSIBLE.
No olvidemos que el amor, la alegría y la felicidad siempre caminan de la mano...
yolanda silva solano