Lo que lleguéis a ser día tras día, es infinitamente más importante que lo sois hoy.
Libro de Urantia. Pág.1717
El presente es muy importante, pero para que realmente sea valioso debe tener una continuidad en nuestro quehacer diario, porque como somos seres cambiantes, el día que nos despertamos con el pié derecho podemos ser unas personas encantadoras, intuitivas, empáticas, sencillas y hasta sabias en nuestros razonamientos, pero si no nos esforzamos porque los frutos del espíritu permanezcan en nosotros día tras día, nuestra evolución espiritual será muy lenta y lo que es peor será poco sincera, y no podemos olvidar que "las llaves del reino de los cielos son sinceridad y más sinceridad. La cual se debe manifestar mediante decisiones y más decisiones. La elección moral más elevada es la elección del valor más alto posible, y siempre y en cualquier esfera, en todas ellas, consiste en elegir hacer la voluntad de Dios.435"
La mayor prueba de la sinceridad de nuestros actos es la consecuencia de ellos con lo que decimos creer, porque no es lo que hacemos ni lo que decimos, lo que realmente tiene valor de sobrevivencia eterna, sino el motivo por el cual se rigen nuestras acciones e incluso nuestros pensamientos, porque debemos tener lealtad con nosotros mismos, para poder ser leales con nuestro Padre debemos cuidar no ser presas fáciles del propio autoengaño de creernos espirituales, cuando tal vez no somos más que sepulcros blanqueados, pues "la lealtad es el fruto de una apreciación inteligente de la hermandad universal; no se puede recibir tanto y no dar nada. A medida que asciendes en la escala de la personalidad, primero aprendes a ser leal, luego a amar, después a ser filial, y más adelante podrás ser libre; pero no será hasta que seas un finalista, hasta que hayas alcanzado la perfección de la lealtad, que podrás autorrealizar la finalidad de la libertad.435"
Dios que bien conoce nuestro origen, no nos pide cosas extraordinarias para llegar a ser perfectos como El lo es, más bien nos pide que las cosas ordinarias y comunes de nuestra vida cotidiana, las hagamos en forma CONSCIENTE que nos demos cuenta para donde vamos y quienes somos, puede parecer una frase filosófica muy usada, pero no es más que la realidad, pues desgraciadamente la mayor parte de nuestra vida la pasamos en un sueño hipnótico, que nos impide DARNOS CUENTA de nuestra verdadera realidad, que no es igual a la de cualquiera, porque cada uno de nosotros es un personaje único e irreemplazable a los ojos de la divinidad, por tanto nadie puede hacer lo que dejamos de hacer en forma individual, por eso las omisiones son tan malignas como el mismo "pecado".
Una forma de lealtad, es asumir que "no se puede recibir tanto y no dar nada" y todos nosotros somos priviligiados porque hemos recibido muchísimo más que el común de las personas, porque si en nosotros no hubiese el íntimo deseo de evolucionar, ahora no estaríamos en busca de la Verdad. Por eso es bueno hacer un alto en nuestra agitada vida y preguntarnos ¿cómo estoy compartiendo lo mucho que tengo, tanto en lo material cómo en lo espiritual? En forma concreta ¿qué les estoy entregando a mis hermanos? ¿Qué hago para que el mundo sea mejor y despierte de su letargo de valores?
Recordemos la preciosa parábola de los talentos, no importa cuantos hayamos recibido, lo importante es no enterrarlos en medio de la indiferencia o la desidia, sino que debemos hacerlos fructrificar pues " al que tiene, más le será dado y tendrá en abundancia; pero al que no tiene, aun lo poco que tiene le será quitado. No podéis estaros quietos en los asuntos del reino eterno. Mi Padre requiere que todos sus hijos crezcan en la gracia y en el conocimiento de la verdad. Vosotros que conocéis estas verdades debéis rendir cada vez más los frutos del espíritu y manifestar una devoción creciente al servicio altruista. Y recordad que, cuando ministréis aun al más humilde de mis hermanos, hacéis ese servicio para mí.1917
No nos quedemos quietos, salgamos de la rutina diaria, separémonos de la masa que nos unifica en el consumismo, en la globalización de las Redes sociales y aprendamos a hacer todo ésto si lo estimamos conveniente, pero hagámoslo SABIENDO lo que hacemos o lo que decimos, no seamos títeres de nada ni de nadie, porque nosotros debemos seguir solo la guía de nuestro Espíritu residente, que es quien podrá hacer que nuestra vida día por día sea más fructífera de lo que hoy es.
yolanda silva solano