Aunque mil vientos rasguen
las velas de tu barco,
y un mal rayo destroce
los mástiles en mil pedazos,
no importa…
ten fe en ti y no te rindas.
Y si de repente las olas
golpean popa y proa con saña
hasta hacer naufragar tu barco,
lánzate a tu barca y rema,
rema sin parar….
y ten fe en ti y no te rindas.
Y si no soportan los remos
y se quiebran en dos,
entonces impúlsate con las manos….
y ten fe en ti y no te rindas.
Y si el agua inunda la barca,
tírate al mar y nada sin cesar…
y ten fe en ti y no te rindas.
Bajo ninguna circunstancia
te des por vencido,
exígete un poco más
a cada legua, siempre…..
y ten fe en ti y no te rindas.
Lucha…..
Resiste el resquemor del sol….
Guíate de las gaviotas….
Sigue el trayecto de los delfines….
y a los tiburones mátalos
con tus puños y pies….
y ten fe en ti y no te rindas.
Maldice, Grita, Juzga, Insulta,
Llora, Ataca,
Muerde el agua….
Pero nunca, escucha bien…..
nunca te rindas.
Nada sin cesar.
Nada sin mirar hacia atrás.
Nada por tu vida.
Nada porque todavía
no es momento de morir.
Nada, porque en el momento
menos pensado,
divisarás en el horizonte: Tierra.
Tu recompensa, Tu libertad.
Y todo...
porque tuviste fe en ti,
y porque jamás….
jamás te diste por vencido.
Jamás…
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