Varices y mala circulación |
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Muevete!
La complicada red de conductos a través de los cuales la sangre reparte sus principios nutritivos a los órganos de nuestro cuerpo, se divide en dos grupos: las arterias y las venas. Por las arterias circula la sangre rica, pura y nutritiva que vitaliza todo el organismo. Por las venas, sin embargo, pasa la sangre pobre y cargada de impurezas y toxinas, después de haber nutrido todos nuestros tejidos orgánicos. Por las arterias la sangre recorre el camino de ida, mientras que por las venas efectúa el de vuelta. Del corazón sale la arteria aorta, que es de gran tamaño y que se ramifica un sinfín de veces para acabar convirtiéndose en los innumerables capilares que cruzan en todas direcciones nuestros tejidos y órganos. De ahí la gran importancia en la purificación de la sangre por medio de la alimentación y plantas medicinales en infusiones. Las venas, en cambio, empiezan en forma de un número inmenso de capilares venosos que, reuniéndose de continuo, van formando conductos cada vez mayores y menos numerosos hasta terminar en el corazón, punto de donde han partido las arterias.
Las arterias son elásticas y están dotadas de un poder de contracción y dilatación de la sangre. Las venas, por el contrario, son conductos meramente pasivos por los que la sangre circula en virtud del empuje recibido y sus paredes gozan de una elasticidad muy limitada.
Cuando la sangre llega a las venas ha dejado en los tejidos y órganos que ha regado y nutrido el oxígeno y parte de los principios nutritivos que llevaba, y en su lugar ha recogido el ácido carbónico y los demás residuos e impurezas que se producen en el organismo como consecuencia de la mala alimentación y el vivir y funcionar de los órganos. Cuando la cantidad de residuos que la sangre venosa arrastra es normal, las paredes de las venas resisten sin perjudicarse, la presencia de estas sustancias de desgaste; pero si si a consecuencia de una alimentación deficiente y desordenada, de diversas enfermedades o perturbaciones, de infecciones, etc., las impurezas aumentan, las paredes de las venas se irán perjudicando hasta producirse enfermedades como las varices, flebitis o mala circulación.
La causa principal de las enfermedades de las venas, es las impurezas de la sangre, o sea, la presencia de sustancias perturbadoras. Por tanto, mientras no desaparezca de la sangre el exceso de impurezas que dañan los conductos venosos, resultará muy difícil combatir con éxito estas enfermedades.
Para ello las plantas medicinales tienen un gran valor como purificadoras, descongestionantes y activadoras del hígado, diuréticas y regeneradoras de los tejidos. Las varices consisten en la dilatación de las venas, generalmente en las piernas, con estancamiento de sangre en ellas.
Las causas son debidas a una vida y una alimentación antinaturales. Se suelen presentar más a menudo en personas que debido a su constituci�n tienen las paredes y válvulas de las venas débiles. El parto, el embarazo y la prolongada permanencia de pie también favorecen la aparición de este trastorno.
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TROFOLOGÍA PRÁCTICA Y TROFOTERAPIA
Son las varices las venas que afean las piernas. Cuando una mujer, a los 25 ó 30 años, ya no tiene las piernas ágiles y normales, es cuando ya comienzan las varices a manifestarse. La causa está en el hígado, en los riñones, en el estómago y vientre, en la suciedad de la sangre, en la falta de vitaminas y en la falta de control de la compatibilidad de los alimentos. La dilatación permanente de las venas es una flebectasia provocada por las venas aneurismáticas. Cuando se camina mucho o cuando se entra (en las mujeres) en estado de embarazo, las varices empeoran. Pero también empeoran el día que se toma chocolate, jamón, pescado, huevos, carnes, embutidos, legumbres secas, pan blanco, y productos refinados blancos.
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La causa está en el hígado, en los riñones, en el estómago y vientre, en la suciedad de la sangre, en la falta de vitaminas y en la falta de control de la compatibilidad de los alimentos.
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Conviene practicar cada día un poco de ejercicio metódico de las piernas estando acostado. |
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Durante 15 días tomar en ayunas la siguiente receta:
Plantas medicinales
Hojas de nogal............................50 gr. Pensamiento silvestre...................50 gr. Cola de caballo............................50 gr. Melisa..........................................50 gr. Flores de manzanilla......................30 gr.
Preparación:
Mezclar bien todas las plantas Poner a calentar 2 vasos de agua. Cuando arranque el hervor añadimos 2 cucharaditas bien colmadas de la mezcla y apagamos el fuego inmediatamente. Remover y tapar. Dejar 10 minutos de reposo. Colar..
Posología:
Beber una taza en ayunas y otra antes de acostarse.
Otros consejos:
Tomar cada mañana el zumo de dos limones exprimidos rebajados con agua con una pajita o a sorbos.
Aplicarse sobre la zona afectada aceite de germen de trigo con aceite esencial de ciprés, para favorecer la circulación sanguínea.
Es recomendable también tomar 30 gotas repartidas durante el día de tintura de hamamelis, pulsatilla, hidrastis viburnum.
También es aconsejable:
CAPSULAS: Piernas hinchadas (gayuba y castaño), 1 de cada, tres veces al día.
Piernas cansadas (vid roja, brusco y crema), 2 de cada tres veces al día.
Piernas cansadas mucho tiempo de pie (brusco y crema), 2 al día.
Varices (hamamelis y castaño de Indias), 2 de cada mañana y noche.
Mala circulaci�n (arándano), 2 mañana y noche.
Si existen úlceras varicosas se tomará la siguiente infusión:
Encina, consuelda, bardana. A partes iguales. Cucharada sopera por taza. Tres tazas al día en infusión. 30 gotas al día de tintura de clematis vitalba.
Lavar también las heridas con la infusión de manzanilla, consuelda, encina y flores de rosas a partes iguales. Una cucharada sopera por taza. telepolis.com/comunidades/vidasanaEl tratamiento trofológico sostiene que con 5 ó 6 meses de frugivorismo absoluto, puede curarse las varices, cuando no son muy graves. Cuando hay úlceras abiertas, hay que proceder rápidamente con tratamientos máqs radicales aún, a base de zumo de limones (de 12 a 25 diarios con ajos crudos o sin ellos); dieta frugívora y sopas de trigo molido bien cocinado, con mucha cebolla, dos veces al día. Los baños de sol directos a las piernas, de una a dos horas cada día, alternando con lavados de agua fresca con zumo de limón porque así, humedeciendo las heridas de las varices de las piernas que supuran, no se cerrarán en falso, con la acción rápida y cicatrizante del sol, por su poder hemoglobinizante, al coagular la sangre exterior por el calor.
TRATAMIENTO
Lo más importante a tener en cuenta para tratar las varices es la purificación de la sangre. Muchas personas piensan que con pomadas, ungüentos, aceites o cremas podrán curar esta enfermedad. Esto alivia y ayuda, pero lo más importante es a nivel interno, purificar de toxinas la sangre y restablecer el buen funcionamiento de los órganos internos, favoreciendo el fortalecimiento de la región venosa debilitada, adoptando un régimen de alimentación natural que contribuya a desintoxicar el organismo y a purificar de sustancias perturbadoras la circulación sanguínea.
Conviene practicar cada día un poco de ejercicio metódico de las piernas estando acostado. Durante el sueño hay que mantener las piernas un poco más elevadas con la ayuda de un almohadón, con el fin de favorecer el retorno de la sangre. Dar paseos moderados al aire libre practicando la respiración profunda y relajada. Practicar fricciones de agua fría por todo el cuerpo. Después de cada ducha o baño, acabar con agua fría empezando por los pies y subiendo hasta el pecho. Cuando se está sentado conviene tener las piernas sobre un sillón con el propósito de facilitar la circulación.
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