¿El vaso medio lleno, o medio vacío?
¡Es cuestión de actitud con la vida!
A lo largo de la vida nos encontramos con personas que irradian lo mejor de si cada día y cada instante, son personas que siempre le muestran buena cara a la vida; sonríen y reparten amor, pues saben que de vuelta es lo que recibirán; tienen una bonita energía y sus palabras siempre son de ánimo, de amor bueno, espontáneo; viven tranquilas, sin dejar que el estrés del día a día las agote. Estas personas son conscientes de que no todos los días serán bienaventurados, que habrá días de soledad y tristeza, pero aun así optan por enfrentar su devenir con una sonrisa en la cara.
Pero también hay otro tipo de personas muy tóxicas que siempre están allí para destrozar un momento.
Andan por el mundo lanzando gritos a diestra y siniestra, arrugando la frente y alzando la voz. Son personas que creen que todo está ya escrito, que no vale la pena trazar un camino diferente porque “la suerte ya está echada”. Son seres amargados, envidiosos y celosos que no pueden estar cerca de alguien que sonríe frecuentemente. Son personas al estilo “Tanque de Guerra”, no sólo se encierran en una coraza casi que impenetrable, sino que también, se dedican a lanzar ataques a los demás. Debes tener cuidado con estas personas, porque son capaces de acabar con tu buen humor, además de querer arrastrarte con ellas a un oscuro lodazal, pero está dentro de ti apartarlas de tu vida, porque tú eres dueña de tu destino, quien puede hacer que sus días sean buenos o infernales.
No digo que todo sea blanco o negro, simplemente que existen personas que tienen una personalidad más inclinada hacia el gris oscuro que hacia el gris claro. Lo que debemos tener muy presente es que nosotros decidimos sobre nuestras actitudes, y por ende, tenemos la potestad de decidir el cómo nos vamos a tomar las situaciones por venir.
En nuestras vidas siempre debemos guardar optimismo y fe, debemos creer que hay cosas que podemos hacer para que no nos sucedan cosas poco afortunadas, y que si éstas ocurren, podemos tomarlas como experiencias y lecciones relevantes para nuestras vidas. Siempre hay que seguir luchando, sabiendo que si hacemos salir un rayito de sol, éste ayudará a disipar las nubes.
Por: Lluvia