Este era un hombre muy vanidoso que nota que le están saliendo arrugas en la frente. Desesperado se va al consultorio de un cirujano plástico y le dice:
- Mire doctor, yo quiero que quite estas arruguitas de la frente, y que me diga cada cuanto debo volver para que me haga algunos retoques, es que no quiero que se me noten nunca.
- No se preocupe amigo, he desarrollado un método para que usted mismo se quiete las arrugas en la medida en que estas van apareciendo.
- ¡Fantástico doctor! - Exclama el hombre. - Dígame que es lo que hay que hacer, y no importa el costo.
- El método es muy sofisticado y un poco costoso. Se trata de un tornillo especial que yo le instalo en el cráneo; es adminículo muy pequeño que no se le va notar. Cada vez que usted vea que le aparecen arrugas, usted sencillamente le da un pequeño giro al tornillo, y esto es suficiente para que se le estire la piel y quede perfecto. La única recomendación, es que no abuse del sistema porque podría tener alguna consecuencia...
- Muy bien doctor, no hay porqué preocuparse. Soy un hombre muy disciplinado para estas cosas. Implante ese tornillo de una buena vez, que de lo demás me encargo yo...
La cirugía de implante de tornillo sale a la perfección, el hombre paga la cuenta y se va feliz...
Al cabo de dos años el paciente vuelve donde el cirujano y con enorme preocupación le dice:
- Doctor, doctor; estoy muy angustiado por que me han salido dos horribles forúnculos en los pómulos, uno en cada uno de ellos...
El cirujano acuesta al paciente en la camilla, y luego de examinarlo detalladamente le dice:
- Estimado amigo, eso que usted tiene en los pómulos, no son forúnculos; son sus tetillas... y si no controla los giros del tornillo, muy pronto va a tener...!!! LAS BOLAS DE CORBATÍN...!!!!!