El amor, fuente inagotable de alegrías y tristezas, es sin duda uno de los grandes misterios de la Humanidad.
Profundamente vinculado al comportamiento social de los seres humanos y a través del tiempo, el amor enfrenta situaciones que lo ponen a prueba, pero siempre emerge indemne y fortalecido.
Pero ese deseo de extender la dicha eternamente contrasta con la realidad: el amor puede sufrir fisuras, y las disputas junto con el resentimiento y la falta de comunicación, pueden convertir a dos seres que se aman en dos verdaderos desconocidos.