En el viaje de la vida,
todo puede suceder,
miedos, errores y dudas
que no te dejan crecer.
Hay tristezas, hay heridas,
nubes que te impiden ver,
hasta que un nuevo camino,
abre un cielo azul de fe.
Y así nace la Alborada,
con un gran amanecer,
surge un milagro y cosecha
los tesoros que hay en mí.
Cuando llega mi Alborada,
cuando voy a renacer,
ir desafiando al destino
abre un mundo para mí.
Cuanto tiempo Alborada,
he luchado y hoy al fin,
que tu puerta me haz abierto,
no fue en vano mi sufrir.
Alborada hoy me enseñas,
que se puede sonreír,
pues por ti ya se que existe
mil caminos por seguir.
Te agradezco Alborada,
esa luz que brilla en mí,
hoy tu amor me ha regalado,
la virtud de ser feliz.