Se dice que San Francisco estaba tan enamorado de Jesucristo que deseaba poder observarlo de cualquier manera. Fue así como en la navidad del año 1223 con el permiso del papa Onorio III, San Francisco realizó por primera vez la representación viva del nacimiento del niño Jesús, con personajes y animales vivientes (La mula y el buey).
Fe realizada en el Monasterio de Greccio, muy cerca de la ciudad de Rieti, en el centro de Italia, donde hoy en día se encuentra un Santuario (Santuario di Greccio) y aun ahora se representa la natividad de Jesucristo de una manera muy especial durante las navidades.
Sin embargo, no fue hasta el año 1292 (69 años después del pesebre viviente inventado por San Francisco) que el famoso escultor Arnaldo di Cambio realizó el primer pesebre con figuras esculpidas.
Tales esculturas podemos aun verlas, pues se encuentran expuestas en el museo Liberiano de la Basílica Santa María Maggiore en Roma.
Es así como nació uno de los símbolos más importantes de nuestras navidades: el Pesebre, patrimonio de todos los Cristianos del Mundo.
En el árbol de Navidad hemos de ver el símbolo de Jesucristo
lleno de esplendor y de regalos celestiales.