La bulimia y la anorexia son sólo la punta del iceberg en cuanto a trastornos adjudicados a la juventud.
Existen por lo menos TRES problemas nuevos, que están merodeando las cabezas de nuestros jóvenes y se denominan:
VIGOREXIA
ALCOHOREXIA
ORTHOREXIA
En este post de hoy, voy a tratar de aclarar en qué consiste cada uno de ellos y, sobre todo, dar los síntomas a los que tenemos que prestar atención para que se nos enciendan las alarmas.
LA VIGOREXIA
La vigorexia consiste en un trastorno mental que hace que las personas vean su imagen como si fuera enclenque y se obligan a ejercitar fuertemente en el gimnasio para lograr el físico deseado, llegando hasta la deformación sin percibirla como tal.
Pueden o no acompañar esta rutina con el consumo de suplementos del tipo creatina o hasta esteroides anabólicos, con las consecuencias que estos acarrean.
Un individuo que adolece de vigorexia, pasa interminables horas haciendo pesas, logrando un exagerado desarrollo de su masa muscular, que por supuesto no va acompañada de crecimiento en el resto del organismo y les trae consecuencias en las articulaciones y los huesos. Cuida su alimentación de forma tal de incorporar mucha cantidad de proteínas y menos grasas, ecuación explosiva para el hígado.
Cuando recurren a los anabólicos esteroides, completan la fórmula mágica para la autodestrucción, porque aumentan el riesgo de enfermedades cardiovasculares, atrofia hepática, disfunciones eréctiles y se incrementa el riesgo de cáncer prostático.
LAS SEÑALES DE ALERTA
Viven pendientes de su imagen en el espejo.
Viven pendientes de la balanza.
Pasan interminables horas en el gimnasio.
Modifican demasiado su estructura corporal.
Cuidan de su dieta haciéndola restrictiva de grasas, hiperglucídica (muchos hidratos de carbono) e hiperproteica (muchas proteínas).
Se aíslan de su entorno social y laboral.
Sufren alteraciones óseas y articulares con frecuencia.
LA ALCOHOREXIA
La alcohorexia consiste en tomar excesivamente alcohol y compensar las calorías que esta ingesta provoca, realizando dietas muy restrictivas que bordean la anorexia.
En muchos casos, si el alcohol consumido no alcanza para provocar vómitos, se dan atracones y luego lo inducen igual que lo realiza un paciente bulímico.
Esta patología es entonces una mezcla explosiva de alcoholismo, anorexia y bulimia que tiene las consecuencias de las tres enfermedades juntas. Por otro lado, el alcohol en exceso no permite el adelgazamiento porque aporta un alto número de calorías a las que los nutricionistas denominan "vacías" porque no brindan ningún tipo de beneficio al organismo.
Entre otras consecuencias conocidas del consumo exagerado de alcohol, debe tenerse presente que la metabolización del alcohol por medio del hígado, utiliza grandes cantidades de vitaminas del grupo B, necesarias para el buen funcionamiento del Sistema Nervioso y el resultado es el mismo que el déficit nutricional de esas vitaminas es decir, trastornos nerviosos y psíquicos.
LAS SEÑALES DE ALERTA
Tienen aspecto similar al paciente anoréxico.
Regresan de sus salidas en estado de ebriedad.
Están mucho tiempo en el baño, porque se provocan el vómito.
Tienen estados depresivos y alternan con euforia, propia del exceso de alcohol.
En algunos casos, sufren de gastritis.
LA ORTHOREXIA
La orthorexia consiste en la compulsión de elegir alimentos sanos, orgánicos, sólo de origen natural y en las medidas precisas. Obviamente, no suena patológico, mientras que el tema no se convierta en una obsesión permanente. En algunos casos, el extremo cuidado en lo que se ingiere, se trastoca y le impide al paciente apropiarse de los nutrientes necesarios para el correcto funcionamiento del cuerpo. Dentro de los alimentos que consumen, no hay por supuesto transgénicos, cultivos en masa, presencia de herbicidas de cualquier tipo. Todo esto es efectivamente beneficioso. Pero también, dejan de consumir alimentos que consideran tienen mala prensa como carnes, grasas y ovolácteos, no siempre compensándolos por otros de igual valor nutricional.
LAS SEÑALES DE ALERTA
Los síntomas fueron descriptos por primera vez por el Dr.Steve Bradman quien señaló como signos a tener en cuenta:
Son capaces de pasar más de tres horas diarias planeando sus comidas.
Preocuparse más por la calidad de los alimentos, que del placer de consumirlos.
Sentimientos de culpabilidad, cuando no cumple con sus convicciones dietéticas.
Aislamiento social, provocado por su tipo de alimentación.
Como pueden ver, cada día que transcurre nos vamos enterando de que nuestros jóvenes están en peligro provocado por ellos mismos.
Todos los días aparecen nuevas formas de autoagresión.
Y lo más increíble es que, si leyeron el otro post y ahora éste, se darán cuenta de que cada una de esas obsesiones los aísla socialmente, porque se saben diferentes y que no tienen cabida
en el mundo del otro.
OTRAS:
LA TANOREXIA
Es el término usado a menudo para describir una condición en la cual una persona genera una necesidad obsesiva para lograr un tono de piel más oscuro, ya sea tomando el sol al aire libre o en cabinas de rayos UV, que nunca puede alcanzar al creer tener un tono mucho inferior al real.[1] Aunque el término "tanorexia" ha sido comúnmente utilizada por los medios de comunicación y varios doctores para describir el síndrome, tanto el propio síndrome como la palabra, no han sido ampliamente aceptadas por la comunidad médica, considerándose para muchos un argot.
LAS SEÑALES DE ALERTA
Ansiedad excesiva por no perder el tono ganado, la competencia entre compañeros para ver quién puede conseguir el bronceado más oscuro.
La frustración crónica sobre el color de la piel, cuando la persona afectada está convencida que su tono es constantemente inferior de lo que realmente es.
Cuando la pérdida de apetito está provocada por la sensación de falta de horas al sol.
PERMAREXIA: es obsesión por la comida, en el sentido de que se las pasan pensando en la comida en que si les va a hacer engordar o no.
REPOSTOREXIA
CRAPOREXIA