Enciende su linterna y mira alrededor, buscando cosas de valor que llevarse. De pronto, una voz desde la oscuridad le dice:
- "Jesús sabe que tú estás aquí".
El ladrón casi se muere del susto al escuchar la voz, apaga su linterna y queda paralizado del miedo. Espera un rato y no oye nada más.
Sacude la cabeza y continúa... Cuando empieza a tratar de desconectar el TV, vuelve a escuchar claramente la voz que le dice:
- "Jesús te está mirando".
Completamente aterrorizado, el ladrón mueve la luz de su linterna, buscando el origen de la voz... Finalmente, en la esquina de la habitación, puede ver a un lorito.
- "¿Fuiste tú el que habló?
- "Sí", le contesta el lorito, "Yo sólo estoy tratando de avisarte que ÉL te está mirando."
El ladrón, relajado, le dice:
- "¿Así que me estás avisando, eh?, y... ¿quién chingaos eres tú?..."
- "Moisés", contesta el pájaro.
- "¿Moisés?", se ríe el ladrón. "¿Qué clase de persona le puede poner por nombre Moisés a un loro?"
- “¡¡¡ La misma clase de persona que le pone por nombre a un Rottweiler: "Jesús" !!!!”
"¡¡¡¡Chingátelo, Jesús!!!!"