ESTO PERTENECE A UN AMIGO QUE ESTA DENODADAMENTE LUCHANDO POR ENTRAR AL GRUPO
, COMO AUN NO LO LOGRA Y A MODO DE PRESENTACION, YO LO PONDRE AQUI--NUESTRO AMIGO SE LLAMA OSVALDO PERO FIGURARA CON EL NIC "GAUCHO HEREJE"
“RENOVARSE ES VIVIR”
De vez en cuando es bueno cambiar, cambiar algunos muebles de lugar, cambiar de medio ambiente e irse unos días a otra parte, cambiar o hacerle chapa y pintura al auto, cambiar de mujer o de hombre, cambiar los accesorios del baño y la cocina, pero surge la incógnita, después de un tiempo que uno cambió alguna de estas cosas (u otras) ¿uno no vuelve a la rutina?, porque después de todo uno no puede andar cambiando siempre las cosas cuando uno se aburre, la tremenda duda que tengo es si “renovarse es vivir” o si la felicidad es estar tranquilo dejando las cosas como están y cuando algo se rompe, arreglarlo o cambiarlo, no vaya a ser cosa que el cambio no es el problema sino que el problema es estar impregnado de boludeces.
Pero para comprobar la pequeña verdad y resolver el dilema, no hay nada peor que encontrar los defectos que tiene por ejemplo algo que es de nuestra propiedad, muebles o inmuebles, o ambos.
Fue ese minuto fatal en que me di cuenta que el dormitorio estaba mal orientado; en invierno la luz del sol no entraba ni por joda por la ventana de la pieza y en verano un tercio de su capacidad. Me acordé de los maravillosos poderes del “Gran Arcano” y le di “bola” al chino ese que aparece en la televisión y habla champurreando un castellano asiático con una gran dulzura y te explica las bondades de Feng Shui , para “rajar” las malas ondas, tener suerte y ganar “guita”; una de las tantas condiciones para que el Feng Shui funcione es que tenés que recibir la luz del sol en tu dormitorio por la mañana, o sea que para lograr la plenitud de la ilustre visita, tenía que poner otra ventana en la pared orientada al este, ya que la que tengo mira para el sudeste (metros más, metros menos); para poner la nueva ventana tenía que tirar el baño abajo y hacer otro. Como me las arreglo con algunas cosas de la albañilería esa parte no era un problema, como tampoco lo era instalar las cañerías nuevas; saqué cuentas y llegué a la conclusión que esta vez podía llamar a un plomero; no tendría la necesidad de cargarme demasiado de “laburo” y de paso le daba trabajo a alguien, pensamiento filantrópico si se tiene en cuenta lo exiguo de mi presupuesto, pero una de las tantas taras que tengo es la de querer (de vez en cuando) ser filantrópico, aunque a decir verdad no se si esta vez fue por eso o porque los caños hay que instalarlos bajitos y el estar agachado o en cuclillas es una posición que no le gusta a nadie.
Salí en búsqueda del técnico especializado en estos menesteres con la idea normal de encontrarlo con solo solicitar sus servicios; fui a ver a tres y ninguno vino. Comencé a acomplejarme y me miré al espejo ¿será que tengo cara de no pagar?, el espejo me dijo ¡no, no es eso, lo que pasa que los plomeros son así! Hablando con un vecino me mandó uno, aclarándome que no era específicamente un plomero, pero que el hombre era muy ducho en varios oficios.
En estos momentos estoy internado en un nosocomio y me tratan por un síndrome parecido al del pos-parto. En mi filantropía no solo le encomendé al hombre la instalación de agua, sino que además se ofreció a realizar la instalación eléctrica y trasladar el termo tanque a otro lugar. Entrar a la casa es parecido al túnel del tren fantasma, no hay luz y cuelgan del techo estalactitas de cables, caños de media y tres cuartos con codos y curvas incluidos. Por ahora no quiero volver. Como cerca del nosocomio no hay parque de diversiones, el siquiatra me hace hacer terapia ferro-fobia en el FF.CC. Roca.
Me dijo el plomero de este dispensario que el chino del Feng Shui sigue hablando seductor por la televisión
Gaucho Hereje