He empezado con "Querida hija", pero esto no es una carta. No tendría sentido escribirte una carta, más que nada porque estás durmiendo en la habitación de al lado. Es que suena muy bien eso de "querida hija", sólo por eso, porque eres mi hija y te quiero mucho.
En unos días vas a empezar una vida nueva, lejos de casa, y tienes tantas ganas…. Estoy muy contenta de que vayas a vivir otras experiencias. Me siento orgullosa de haberte sabido dar esa seguridad. Bueno, por lo menos la suficiente como para afrontar el futuro inmediato con más alegría que miedo. Eso está bien, ya sabes, "espera todo lo bueno y tendrás todo lo bueno". Pero recuerda que el mañana no siempre es como queremos. Por eso digo eso que tanto me gusta: "Si Dios quiere", porque es bueno que tengas presente que el hombre hace planes y Dios decide. A veces coincide con nuestros deseos, otras no, pero, mira, creo que, Él sabe porque hace las cosas, y mirando mi propia vida con la perspectiva de los años, me atrevo a decir que todo, todo todito, fue para bien. Y así también será contigo.
Es maravilloso que afrontes esto que ahora se te presenta de una forma tan ilusionante, no pierdas nunca esa ilusión. Es más, incluso mantenla cuando las cosas no salgan como esperabas. Da igual, piensa que al final del camino está tu destino, y que por muchas vueltas que te haga dar la vida, tu destino, sea el que sea, es bueno porque Dios lo ha preparado para ti, porque también tu eres buena.
Se prudente, ten mucho cuidadito y que Dios te bendiga. Besitos. Mamá.