BAJO LA LUNA
Aquel día el cielo estaba azul y una bonita luna brillaba en lo más alto...
Estábamos solos ella y yo... ella lucía aquel pelo tan suave y sus hermosos y grandes ojos marrones.
Yo sabía exactamente lo que ella quería, desplacé mis dedos por la suave piel de sus finas piernas, corrí mis dedos por su espina dorsal, poco a poco llegué a posar mis manos en sus senos.
Recuerdo mi temor, mi corazón latía muy rápido, pero finalmente ella se abrió de piernas y yo, con sumo cuidado, me puse en acción... y ya no paré hasta que aquel líquido blanco dejó de manar.
Fue mi primera vez…
¡AL FIN HABÍA CONSEGUIDO ORDEÑAR UNA VACA!
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