Dios concédeme la serenidad para aceptar….” Oración de la Serenidad.
¿Estoy en condiciones de aceptar las vicisitudes de la vida, la locura, las sorpresas y las decepciones?
¿Es posible aceptar y permitir que cada momento de cada día sea exactamente cómo es?
¿Puedo permitir que todas las personas que conozco sean exactamente como son en ese momento?
Con la ayuda de mi Poder Superior quien me acepta y me permite ser exactamente como soy en este momento, puedo hacerlo. Con la aceptación siento una paz y una serenidad más allá de todo entendimiento.
La serenidad es el conocimiento y la aceptación de que Dios está a cargo y alegrarme de estar vivo.
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Mis primeros intentos al practicar la oración fueron un auto-examen de mis defectos, o una revisión de argumentos acerca de la existencia de Dios, o llorarle a Dios –de quien dudaba su existencia- que no me iría a la cama hasta que me prometiera que estaría abstinente mañana.
Todos estos métodos fallaron. Como la oración parecía no funcionar fue difícil mantener cualquier práctica consistente. Pero en los años de ensayo y error, de intentar y fracasar en la práctica regular de la oración, he aprendido cómo necesito orar.
Agradezco a Dios por mi abstinencia y mi recuperación. Le pido que me ayude a permanecer abstinente el día de hoy. Le ofrezco mi servicio.
Reconozco las faltas del día anterior y le pido que me muestre la manera de hacer mejor las cosas. Ofrezco todo el día al servicio de Dios. Oro por mis amigos dentro y fuera de OA.
Desde el momento en que empecé esta sencilla rutina diaria, mi recuperación dejo de tener retrocesos -prosperó.
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