Identifica la razón por la que describes el olor. La descripción puede ser diferente dependiendo de se estás escribiendo un manual técnico o escribiendo un poema. Si estás describiendo el olor en voz alta, tu tono de voz y lenguaje corporal pueden prestar un nivel adicional de significado.
- ¿Quieres capturar la naturaleza del olor o la calidad?.
- ¿Quieres que tu lector u oyente reconozca un olor familiar basado en tu descripción?.
- ¿Quieres evocar un cierto sentido o sentimiento en el lector?.
Huele lo que deseas describir, y presta atención a todos sus detalles.
Elimina las distracciones. No fumes ni uses fragancias.
Toma descansos. El sentido del olfato se aclimata o se acostumbra a un olor. Quita el olor o aléjate de él por un tiempo si dejas de sentirlo con claridad.
Ten en cuenta palabras, imágenes, sentimientos o recuerdos que el olor te trae a la mente. Si tienes cualquier tipo de reacción visceral, presta atención a ella. Toma notas si es posible, incluso si son frases cortas sin sentido.
Los adjetivos pueden describir la calidad general e integral del olor. Rancio, fresco, putrefacto, tenue, luminoso, intenso, suave, floreciente; son todos adjetivos que podrían pertenecen a un olor.
Se específico. El humo huele diferente en función de su procedencia. ¿Puedes decir la diferencia entre el humo de un fuego de campamento y un bus urbano?. ¿Entre el humo del cigarrillo, habano, y pipa?. ¿Podrías reconocer el olor del caucho quemado y no confundirlo con el aceite que un vehículo está quemando?.
Se creativo. ¿A qué huele la primavera?, ¿y la luna?.
Usa verbos para los olores. Los olores pueden flotar, distraer, insinuar, permear, sugerir, confundir, evocar imágenes, llamar la atención, o entrometerse en la conciencia.
Pide prestadas palabras asociadas con otros sentidos:
- Vista – Un olor puede ser brillante u oscuro, de color rosa o verde, claro o confuso, rápido, lento.
- Oído – Disonante, armonioso.
- Tacto – Irregular, liso, áspero, pesado, liviano, frio, caliente.
- Gusto – Dulce, agrio, salado, amargo; o recuerda un sabor.
Ten en cuenta los sentimientos y las emociones que evoca un olor, especialmente si lo estás utilizando como un recurso literario. El olor puede evocar asociaciones con eventos particulares o pensamientos o emociones en general.
Comienza a ponerte en práctica y trata de describir algunos olores:
- Playa
- Canela
- Pan horneado
- Un vestuario
- Hierba recién cortada
- Limones
- Tierra mojada
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