"El director del hospital habló con la prensa, pero nunca habló en la causa. No entregó el sumario administrativo (en contra de la ginecóloga que dio por muerto al bebé) ni se presentó a declarar. Tampoco la ginecóloga. La médica brilla por su ausencia. Nadie declaró. Solo figura la testimonial de la abuela", se quejó Dalbón que pedirá ante la UFI 2 de Pilar una serie de medidas para impulsar el expediente.
"Si no hubiese sido por la nota que publicó Clarín y la repercusión mediática que tuvo el caso, esto hubiera quedado en la nada", dijo Dalbón.
Esta mañana, Dalbón junto a Gisele Franco, la mamá de Santino, se presentaron como particulares damnificados. El abogado intentará imputar a la ginecóloga por lesiones gravísimas culposas, un delito previsto en el artículo 94 del Código Penal que prevé una pena de hasta 4 años de prisión.
"Ahora vamos a sugerir medidas a la fiscalía como las declaraciones testimoniales de todos los que estaban esa madrugada de guardia en el hospital, el secuestro del libro de guardia, por ejemplo", anticipó Dalbón.
Esta mañana y durante una hora y media, Gisele Franco declaró en la UFI 2 de Pilar. En un escrito de siete páginas revivió el horror y le maltrato de hace dos semanas en el Hospital Juan Carlos Sanguinetti de Pilar. Allí, en un primer momento no la quisieron atender porque no hay sala de partos y le dijeron que se fuera a la maternidad de Derqui que queda a kilómetros de allí. Pero sus contracciones eran muy fuertes y a la ginecóloga que estaba de guardia no le quedó otra que atenderla. En el Consultorio 2 de la Planta Baja del hospital Santino Manuel nació con 25 semanas de gestación y los signos vitales muy bajos. La médica lo dio por muerto.
El abogado de la familia Franco destacó que la responsabilidad por lo ocurrido recae en la ginecóloga, pasando por el director del hospital, hasta el ministro de Salud de la provincia de Buenos Aires (Alejandro Collia) y el gobernador Daniel Scioli. "El sistema de Salud está colapsado y lo saben", subrayó. "Tirar en un chata a una criatura me parece que supera la negligencia médica", dijo Dalbón.
El 18 de noviembre pasado, la ginecóloga que atendió el parto de emergencia de Gisele, puso a su hijo en una chata de plástico blanca, en el piso, debajo de una mesada. Y le dijo que estaba muerto. Si no hubiese sido por la abuela que pidió verlo y descubrió que Santino se movía el chiquito habría fallecido. Hoy el bebé cumple 15 días y sigue internado en el Hospital Materno Infantil de Derqui a donde fue derivado. Pesa 610 gramos.
Colaboró Jorge Huesso Aguilar.