Resulta que un hombre decide disfrazarse de pobre y pedir limosnas. Un día estaba sentado, y justo pasa su novia, lo ve y le dice:
- Mi amor, ¿Sos vos?
Y él le dice:
- Señorita, creo que usted se equivocó.
Ella dice:
- Iré a la casa de mi novio y comprobaré si es verdad.
Él se apresura, se va corriendo a su casa y se saca el disfraz.
Cuando su novia llega le dice:
- ¿Sabes una cosa? Allá había un hombre, re parecido a vos pidiendo limosna.
Y él le contesta:
- Mi amor ya te dije que no era yo.