Papa y/o Mama... - Amigos en crisis se ayudan

Desafortunada mente este es mi caso y por eso lo comparto...

La adicción al trabajo es más frecuente de lo que pensamos. Y no sólo es socialmente aceptada sino que resulta ser muy respetada, pese a que es una fuente de dolores, angustias, soledades y tristezas que pueden producir una hecatombe para la familia del trabajólico, como se llaman quienes la padecen.

Papá o mamá, no importa el sexo ¿alguien quisiera saberse como destinatario de la siguiente carta?

Querido papá:

Te escribo esta carta porque durante mucho tiempo he venido acumulando preguntas, dudas y sentimientos frente a tu ausencia reiterativa. La escribo a nombre propio, aunque creo que mi mamá bien podría firmarla sin objetar un punto ni una coma.

Crecí y no te diste cuenta. Ahora estoy en capacidad de abrir los viejos baúles de mi memoria para buscar recuerdos gratos a tu lado y son migajas lo que encuentro. Me lo has dado todo, y te lo agradezco, pero me has privado de tu presencia y no lo entiendo. Muchas veces he pensado que no me quieres, aunque mi mamá diga que sí. En el fondo estoy convencido de que ella también siente que no la quieres. Y tampoco estoy seguro de que nosotros te queremos. ¿Cómo querer a quien nunca está? ¿Cómo se gana nuestro respeto y reconocimiento alguien que jamás come en la mesa con su familia?

No estabas ahí cuando empecé a balbucear mis primeras palabras. Nunca me viste caer en mis intentos por aprender a caminar, ni cuando empecé a perder mis dientes de leche.

El ratón Pérez, en cambio, dejó un regalo muy generoso debajo de mi almohada. Mientras mis amigos de la escuela tenían papá, yo tenía los juguetes más costosos.

Siempre estabas muy ocupado para "perder" el tiempo en una reunión del colegio. Si me iba bien o mal no era de tu incumbencia, sólo te preocupaba que la mensualidad estuviera al día. Mucho menos sabes de mis miedos, angustias y dolores, amores y decepciones. Sueles darlo todo, menos afecto y compañía.

Por mucho tiempo pensé que tenías otra familia alterna, pero luego descubrí que no, que simplemente eras una máquina de hacer dinero. Te has concentrado de tal modo en el trabajo que esposa, hijo, padres, hermanos y amigos fueron a dar al último renglón de tus intereses, como los trebejos que van al cuarto del rebujo y un día salen, inexorablemente, en las bolsas de basura.

Aunque en tus justificaciones digas que lo haces por nosotros, perdiste el norte. En tu afán por lograr el éxito, el poder y el dinero, ya suficientemente atesorados en el bolsillo de tu saco, detrás de tu corbata se adivina un hombre con tendencia marcada al rotundo fracaso personal.

Para, papá. Nunca vamos a recuperar el tiempo perdido, pero aún podremos disfrutar el que nos queda. Aunque creo que preferirías morirte antes que jubilarte, te invito a reconciliarte con la grandeza de lo sencillo, con una caminada matutina, sin la premura de una reunión que por no hacerse el mundo no se detendrá, o con una lectura amena al declinar el día. No quiero que salgas de una sala de juntas para una de velación. Para, papá.

Bien lo dijo Aristóteles: "La riqueza consiste mucho más en el disfrute que en la posesión". Pero hay quienes lo olvidan. ¿O será que lo ignoran?.

JURO POR DIOS PATRIC QUE SIEMPRE HUBO TIEMPO PARA MIS HIJOS,SUS PARTICIPACIONES EN LA ESCUELA,SUS PREGUNTAS,SUS TRIUNFOS ...QUIZA MENOS DE LO QUE YO HUBIERA QUERIDO,PERO LES PREGUNTO Y SIEMPRE ME DICEN LO MISMO....TU ESTABAS AHI CUANDO TE NECESITE Y AUN AHORA..........ME PERDI DE ALGUNAS COSAS , POR EL TRABAJO,PERO SI NO LO HACIA YO NO HABIA COMIDA..

QUE POR QUE ESCRIBO ESTO??? ADIVINA ...SI ..ME SIENTO.." MALA MADRE " ...." MADRE AUSENTE "".... Y NADA DE LO QUE DIGAN ME QUITA ESA HORRIBLE SENSACION.

creo que preferirías morirte antes que jubilarte

TENGO YA 45 AÑOS DE TRABAJAR COMO MAESTRA

razon en tan bien pensada carta!

Los niños que comparten siempre la mesa con los dos

prades tienen mas seguridad en la vida.

Recuerdo que mi esposo era un aburrido en todo, pero

cuando comiamos se le oia reir y charlar con los niños

y ellos tambien parecian muy a gusto en ese momento

yo siempre cansada del trabajo en casa porque por

hice solo de ama de casa disfrutaba verlos en

el fin del dia compartir todas sus tonterias pero no veia

la hora que se levantaran de la mesa y poder recoger

la cocina y por fin descansar un ratico viendo tv

con ellos tambien nos reiamos mucho ah es que

eran lindos mis niños jijiji Cecima

PATRIC, hoy en dia se vive asi lamentablemente, se que los niños lo sufren pero cuando son grandes hacen lo mismo.

Cuando yo era niña, la gente vivia mas sencillo y entonces mamá estaba en casa, y papá tenia tiempo para jugar con los hijos, pero ahora nos absorbe el tener muchas cosas materiales, que de verdad no sirven para nada, pero que uno debe tener igual, porque no podes ser distinto a los demas...y ¿como se compra todo eso? pues trabajando y olvidando los valores mas buenos, los del amor, la compañia, el estar presentes ...

Pero ¿quien cambia esto?

Yo se tambien del caso de un hijo que reprocha a su madre no haber estado con el en su infancia, pero la madre estaba enferma...no era culpable, pero esto le sigue pesando...y con lo material pasa igual, no se hasta que punto los padres son culpables del abandono emocional de sus hijos. La sociedad consumista te absorbe, y bien que los hijos tambien quieren todo eso, el dinero para paseos, cosas, ir al Mac Donal con los amigos, el auto, etc etc, y los padres luchan por darselos. Nosotros ni zapatillas teniamos pero eramos felices en cuanto a tener padres..

Realmente amigos, este es un drama de nuestros tiempos, Si me dedico a los hijos desmejoro mi entrada de dinero y perjudico a mis hijos. Lograr el equilibrio resulta siempre dificil es muchas veces perjudicandolos emocionalmente como logramos un estatus aceptable.

El gran drama de nuestra sociedad que no ocurria en las sociedades antiguas creo.

El amor es un sentimiento muy grande que requiere de ese compromiso consigo mismo y con los demás. Mayormente con los hijos. Cuando ese sentimiento es desplazado por las cosas materiales, sólo se piensa en ellas.

El compartir con los hijos sus momentos, sus lágrimas, sus alegrías es el complemento que ellos requieren para su desarrollo y crecimiento personal.

Pero creo que ese amor no se mendiga.