Cinco milenios no es nada, ¿cierto? Hasta este año, Matusalén, un pino (Pinus longaeva) en las Montañas Blancas en California, se distinguía como el árbol más viejo sobre la faz del planeta: tiene 4.845 años. Pero le salió rival.
Ahora investigadores del grupo Rocky Mountain Tree-Ring Research hallaron otro más viejo, que aún no recibe nombre: tiene apenas 5.062 años.
El tercer árbol en la lista de longevidad es un monumento nacional en Irán, el Sarv-Zoroastriano, de 4.000 años según se estima o un poco más. Este ciprés mediterráneo (Cupressus sempervirens) en Abarkuh, puede ser también la cosa viva más vieja de Asia.
En Llangernyw, en el patio de una iglesia en Gales del norte, el Llangernyw Yew también ronda por los 4.000 años. El tejo negro Taxus baccata debió echar raíces durante la Edad de Bronce británica.
¿En otras regiones? Pues al otro lado, en los Andes chilenos se encuentra un viejo ciprés patagónico Fitzroya cupressoides, un antiguo espécimen con 3.642 años. Siendo el tercero en el que se logra calcular la edad exacta.
Aunque son los árboles individuales más viejos del planeta, técnicamente no son los organismos vivos más viejos. Hay varias colonias clonales -hechas de árboles idénticos genéticamente conectados por un solo sistema raizal- que son más antiguas.
Un ejemplo: la colonia de Populus tremuloides (álamo temblón) en el bosque Fisklake en Utah tiene alrededor de 80.000 años.
(Tomado de El Colombiano)