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El diario a diario
Por Julio Cortázar
Un señor toma el tranvía después de comprar el diario y ponérselo bajo el brazo. Media hora más tarde desciende con el mismo diario bajo el mismo brazo. Pero ya no es el mismo diario, ahora es un montón de hojas impresas que el señor abandona en un banco de plaza.
Apenas queda solo en el banco, el montón de hojas impresas se convierte otra vez en un diario, hasta que un muchacho lo ve, lo lee y lo deja convertido en un montón de hojas impresas. Apenas queda solo en el banco, el montón de hojas impresas se convierte otra vez en un diario, hasta que una anciana lo encuentra, lo lee y lo deja convertido en un montón de hojas impresas. Luego se lo lleva a su casa y en el camino lo usa para empaquetar medio kilo de acelgas, que es para lo que sirven los diarios después de estas excitantes metamorfosis. |
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De: IKH@NN@ |
Enviado: 11/05/2013 18:34 |
gracias por tracer a julio cortázar
abracisimo
ikhanna |
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Qué interesante!
Genial Cortázar.
Gracias Johanna. |
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¡¡Maravilloso, qué manera de decir justo lo que quiere decir, gracias por compartir!!
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Mi nueva nieta no se puede negar ES UNA PENSADORA jajaja, mire los temas que se le ocurre traer, pero que de cierto hay en esta historia de Cortazar...los cambios permanentes que sufre todo segun el lugar que esta, o quien lo tiene...nada es eterno, el movimiento es la vida.
Leo |
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De: viajero |
Enviado: 15/05/2013 10:04 |
Menos mal que el final del periodico no fue otro mas relacionado con lo escatológico. Digo...por el pobre diario, ¿no?
Jajajajajaja
El Viajero |
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