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De: patric (Mensaje original) |
Enviado: 30/06/2013 11:49 |
ES TIEMPO DE VOLVER A VALORAR EL SILENCIO.
Sentarse en silencio para encontrarse con uno mismo se ha convertido en un lujo que pocos creen que se pueden permitir. Una vida atropellada y en la que se mide la importancia de una persona por las veces que le suena el teléfono celular en público o la acumulación de "amigos" en las redes sociales, puede llevarnos a perder el norte y, sobre todo, a perdernos a nosotros mismos.
El ser humano necesita de momentos de silencio, para desconectar, para reflexionar, para descansar, pero parece que huimos de él y nos estamos acostumbrando a vivir en un universo de ruido al que se han sumado, con toda su energía, las melodías de los teléfonos móvil, de los juegos electrónicos y de otros aparatos de última generación que creemos ya indispensables para nuestra vida.
"El silencio es importante porque es un momento de reflexión y de encuentro con uno mismo. Sirve para que una persona se dé cuenta de todo lo que ha hecho a lo largo del día, para emitir juicios o ver las consecuencias de las cosas", explica la psicóloga Eva Joa.
Pero ese silencio debe entenderse no solo como un momento de aislamiento, sino, sobre todo, de reflexión personal. De esa manera, el silencio se convierte en un espacio "muy importante para aprender y ver adónde se quiere ir", lo que pasa es que a veces la gente no se plantea esa pregunta "porque no se lo puede permitir" y "huye del silencio", reflexiona la psicóloga.
Nos hemos convertido en "máquinas de hacer" pero sin darnos cuenta de lo que hacemos, por eso la gente "se siente infeliz". Estamos siempre produciendo, lo que origina mucho desgaste físico, psíquico y emocional, pero "para nosotros mismos no le sacamos rendimiento". El fruto de toda esa acción debería llegar con la reflexión, cada noche y en silencio, sobre lo que hemos conseguido a lo largo del día, pero "no hay tiempo para hacerla".
Creando silencio En cualquier caso, todos necesitamos momentos de tranquilidad a lo largo del día que no siempre somos capaces de crear, por lo que empiezan a proliferar iniciativas que crean ambientes silenciosos o en los que el uso del móvil está prohibido.
Los almacenes británicos de lujo Selfridges recuperaron, en la pasada temporada de rebajas, la denominada "sala de silencio", un espacio insonorizado donde los clientes podían aislarse de la vorágine de las compras y que la compañía ya utilizó hace un siglo. Situada en la cuarta planta del lujoso complejo, tenía como único mobiliario un banco dispuesto alrededor de sus cuatro paredes para descansar, sin límite de tiempo, en un ambiente tenuemente iluminado y al que se debía acceder sin zapatos, ni celulares u otras distracciones tecnológicas propias del siglo XXI.
Muchas compañías ferroviarias, en especial en Europa, ofrecen la posibilidad de viajar en "vagones silenciosos", en los que el uso de los celulares y otros aparatos que emitan ruido está terminante prohibido -para usar el teléfono hay que salir al pasillo- y los pasajeros deben hablar en voz baja e intentar hacer el menos ruido posible, con lo que se quiere proporcionar un ambiente adecuado para descanso o trabajo.
También empiezan a surgir tímidamente los restaurantes en los que el celular debe dejarse a la puerta. Y es que, quién no ha acabado irritado con un comensal, ya sea de nuestra mesa o de otra cercana, que durante toda la comida presta más atención a su teléfono que a sus acompañantes y a la comida, e invade un momento de disfrute y charla con los sonidos de infinitos mensajes.
Uno o varios pasos más allá va la agencia "Urbanohumano" con su proyecto "cube of silence", una especie de cabina urbana lo "suficientemente confortable" como para permitir que una persona pueda trabajar en ella, para lo que ofrecerá conexión a internet, o "simplemente descansar en silencio", según la web de la agencia.
Sin lugar a dudas, estas ideas proporcionan un oasis de silencio para una necesidad, pero Joa lo denomina "silencio entre comillas", pues no se trata de "un momento de reflexión propia", sino que sirve para seguir comunicándose, "busca la productividad y la eficacia".
En el caso de los restaurantes es algo positivo pues no usar los teléfonos es una señal de "respeto" hacia los otros y permite una comunicación personal "más eficaz", pero en el resto de casos se trata de un silencio para seguir produciendo, no para reflexionar y analizar lo que nos pasa, algo que solo se logra "con lápiz y papel", pues escribir las cosas nos ayuda a mirarlas con distancia.
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Qué interesante!
Para reencontrarse consigo mismo... |
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De: mimmi |
Enviado: 30/06/2013 16:56 |
Nos hemos convertido en "máquinas de hacer" pero sin darnos cuenta de lo que hacemos, por eso la gente "se siente infeliz". Estamos siempre produciendo, lo que origina mucho desgaste físico, psíquico y emocional, pero "para nosotros mismos no le sacamos rendimiento". El fruto de toda esa acción debería llegar con la reflexión, cada noche y en silencio, sobre lo que hemos conseguido a lo largo del día, pero "no hay tiempo para hacerla".
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