Me hiciste acordar Carmencita, cuando solía asistir a un bar en el que bailaban tango y milonga.
Yo no sabía bailar esos ritmos, me encantaba ver las parejas hacerlo.
Pero las niñas y caballeros que sabían, no tenían reparo en sacar a bailar a quienes nada sabíamos y nos indicaban cómo hacerlo.
Verdaderos amantes de ese baile.
Gracias...