Inevitable en el ciclo de la vida... y no sólo para el ser humano. Es para todo ser viviente.
La fogosidad casi violenta de la adolescencia, se torna en la serenidad y espiritualidad de la "madurez".
Antes las prolongadas y repetitivas sesiones amorosas, eran más una demostración de capacidad amatoria.
Ahora, el sosiego acompañado de un tierno beso y un "TE AMO"... es la demostración sincera de un verdadero AMOR y asentado sentimiento!
Pero el AMOR es más profundo y si se quiere... SINCERO!
Gracias Carlos...