La primera lección era:
"Ama a tu hombre y siguelo, pero solamente si ambos representan uno para el otro, lo que la Diosa Madre enseño: Amor, compañerismo y amistad"
Jamás permitas que ningún hombre te esclavice: naciste libre para amar, y no para ser esclava.
Jamás permitas que tu corazón sufra en nombre del amor. Amar es un acto de felicidad, por que sufrir?
Jamás permitas que tus ojos derramen lágrimas por alguien que nunca te hará sonreír!
Jamás permitas que el uso de tu cuerpo sea cercenado. Tu cuerpo es la morada del espíritu. Por que mantenerlo aprisionado?
Jamás te permitas estar horas esperando a alguien que nunca vendrá, aunque te lo haya prometido!
Jamás permitas que tu nombre sea pronunciado en vano por un hombre cuyo nombre ni siquiera sabes!
Jamás permitas que tu tiempo sea desperdiciado con alguien que nunca tendrá tiempo para ti!
Jamás permitas oír gritos en tus oídos. El amor es lo único que puede hablar mas alto!
Jamás permitas que pasiones desenfrenadas te lleven de un mundo real para otro que nunca existió!
Jamás permitas que otros sueños se mezclen a los tuyos, volviéndolo una gran pesadilla!
Jamás creas que alguien pueda volver cuando nunca estuvo presente!
Jamás permitas vivir en la dependencia de un hombre como si hubieras nacido inválida!
Jamás te pongas linda y maravillosa a fin de esperar un hombre que no tendrá ojos para admirarte!
jamás permitas que tus pies caminen en dirección de un hombre que solo vive huyendo de ti!
Jamás permitas que el dolor, la tristeza, la soledad, el odio, el resentimiento, los celos, el remordimiento y todo aquello que pueda sacar el brillo de tus ojos, la dominen, haciendo enfriar la fuerza que existe dentro de ti!
Y, sobre todo, jamás permitas perder la dignidad de ser... MUJER. —