Leí una vez que la Argentina no es mejor ni peor
que España, sólo más joven. Me gustó esa teoría y entonces inventé un truco
para descubrir la edad de los países basándome en el 'sistema perro'.
Desde chicos nos explicaron que para saber si un
perro era joven o viejo había que multiplicar su edad biológica por 7. En el
caso de los países hay que dividir su edad histórica entre 14 para saber su
correspondencia humana. ¿Confuso?
En este artículo pongo algunos ejemplos
reveladores.
Argentina nació en 1816, por lo tanto ya tiene
190 años. Si lo dividimos entre 14, Argentina tiene 'humanamente' alrededor de
13 años y medio, o sea, está en la edad del pavo.
Es rebelde, pajera, no tiene memoria, contesta
sin pensar y está llena de acné (¿será por eso que le dicen el granero del
mundo?)
Casi todos los países de América Latina tienen
la misma edad y, como pasa siempre en esos casos, forman pandillas.
La pandilla del Mercosur son cuatro adolescentes
que tienen un conjunto de rock. Ensayan en un garaje, hacen mucho ruido y jamás
han sacado un disco. Perú otro, que se junta cuando quiere, ahora que
tiene plata, y se pelea con su vecinito Chile, que cuando eran bien chicos, le
robó muchos juguetes.
Venezuela, que ya tiene tetitas, está a punto de
unirse a ellos para hacer los coros. En realidad, como la mayoría de las chicas
de su edad, quiere tener sexo, en este caso con Brasil, que tiene 14 años y el
miembro grande.
México también es adolescente, pero con
ascendente indígena. Por eso se ríe poco y no fuma ni un inofensivo porro, como
el resto de sus amiguitos, sino que mastica peyote, y se junta con Estados
Unidos, un retrasado mental de 17.
En el otro extremo está la
China milenaria. Si dividimos sus 1,200 años por 14 obtenemos una señora de 85,
conservadora, con olor a pipí de gato, que se la pasa comiendo arroz porque no
tiene -por ahora- para comprarse una dentadura postiza. La China tiene un nieto
de 8 años, Taiwán, que le hace la vida imposible.
Está divorciada desde hace rato de Japón, un viejo cascarrabias, que se juntó
con Filipinas, una jovencita pendeja, que siempre está dispuesta a cualquier
aberración a cambio de dinero.
Después, están los países que acaban de cumplir la
mayoría de edad y salen a pasear en el BMW del padre. Por ejemplo, Australia y
Canadá, típicos países que crecieron al amparo de papá Inglaterra y mamá
Francia, con una educación estricta y concheta, y que ahora se hacen los locos.
Australia es una pendeja de poco más de 18 años, que hace topless y tiene sexo
con Sudáfrica; mientras que Canadá es un chico gay emancipado, que en cualquier
momento adopta al bebé Groenlandia para formar una de esas familias alternativas
que están de moda.
Francia es una separada de 36 años, más puta que las
gallinas, pero muy respetada en el ámbito profesional.
Tiene un hijo de apenas 6 años: Mónaco, que va camino
de ser puto o bailarín... o ambas cosas. Es amante esporádica de Alemania,
camionero rico que está casado con Austria, que sabe que es cornuda, pero no le
importa.
Italia es viuda desde hace mucho tiempo. Vive cuidando
a San Marino y al Vaticano, dos hijos católicos idénticos a los mellizos de los
Flandes.
Estuvo casada en segundas nupcias con Alemania
(duraron poco: tuvieron a Suiza), pero ahora no quiere saber nada con los
hombres.
A Italia le gustaría ser una mujer como Bélgica:
abogada, independiente, que usa pantalón y habla de política de tú a tú con los
hombres (Bélgica también fantasea a veces con saber preparar espaguetis).
España es la mujer más linda de Europa (posiblemente
Francia le haga sombra), pero pierde espontaneidad por usar tanto perfume las más
jóvenes o huelen a ajos las matronas. Anda mucho en tetas y va casi siempre
borracha. Generalmente se deja follar por Inglaterra y después hace la
denuncia.
España tiene hijos por todas partes (casi todos de 13
años), que viven lejos. Los quiere mucho, pero le molesta que, cuando tienen
hambre, pasen una temporada en su casa y le abran la nevera.
Otro que tiene hijos desperdigados es Inglaterra. Sale
en barco por la noche, se tira a las pendejas y a los nueve meses aparece una
isla nueva en alguna parte del mundo. Pero no se desentiende de ella. En
general las islas viven con la madre, pero Inglaterra les da de comer. Escocia
e Irlanda, los hermanos de Inglaterra que viven en el piso de arriba, se pasan
la vida borrachos y ni siquiera saben jugar al fútbol. Son la vergüenza de la
familia.
Suecia y Noruega son dos lesbianas de casi 40 años,
que están buenas de cuerpo, a pesar de la edad, pero no le dan bola a nadie.
Cogen y trabajan, pues son licenciadas en algo. A veces hacen trío con Holanda
(cuando necesitan porro); otras, le histeriquean a Finlandia, que es un tipo
medio andrógino de 30 años, que vive solo en un ático sin amueblar y se la pasa
hablando por el móvil con Corea.
Corea (la del sur) vive pendiente de su hermana
esquizoide. Son mellizas, pero la del norte tomó líquido amniótico cuando salió
del útero y quedó estúpida. Se pasó la infancia usando pistolas y ahora, que
vive sola, es capaz de cualquier cosa.
Estados Unidos, el retrasadito de 17, la vigila mucho,
no por miedo, sino porque le quiere quitar sus pistolas.
Israel es un intelectual de 62 años que tuvo una vida
de mierda. Hace unos años, Alemania, el camionero, no lo vio y se lo llevó por
delante. Desde ese día Israel se puso como loco. Ahora, en vez de leer libros,
se la pasa en la terraza tirándole piedras a Palestina, que es una chica que
está lavando la ropa en la casa de al lado.
Irán e Irak eran dos primos de 16 que robaban motos y
vendían los repuestos, hasta que un día le robaron un repuesto a la motoneta de
Estados Unidos y se les acabó el negocio. Ahora se están comiendo los mocos.
El mundo estaba bien así, hasta que un día Rusia se
juntó (sin casarse) con la Perestroika y tuvieron como docena y media de hijos.
Todos raros, algunos mongólicos, otros esquizofrénicos.
Hace una semana, y gracias a un despelote con tiros y
muertos, los habitantes serios del mundo descubrimos que hay un país que se
llama Kabardino-Balkaria. Un país con bandera, presidente, himno, flora,
fauna... y ¡hasta gente!
A mí me da un poco de miedo que aparezcan países de
corta edad, así, de repente. Que nos enteremos de costado y que, incluso,
tengamos que poner cara de que ya sabíamos, para no quedar como ignorantes Y yo
me pregunto:
¿Por qué siguen naciendo países, si los que hay,
todavía no funcionan?