Balas con un dispositivo GPS, suena
como algo sacado de una película de James Bond, sin embargo, es un nuevo
sistema que se implementará en las patrullas policiales de EE.UU. y que
permitirá rastrear la ubicación de vehículos sospechosos.
Este nuevo sistema se ha diseñado para reducir el peligro que
suponen las persecuciones a alta velocidad en carreteras y autopistas,
permitiendo a los policías ubicar al fugitivo sin tener que arriesgar sus vidas
o las de la población, informa la cadena BBC.
Al más puro estilo de las películas de espionaje, el StarChase es un cañón de
aire instalado en la parte delantera de la patrulla, encargada de disparar unas
balas con un pequeño dispositivo GPS que se adhiere a los vehículos perseguidos
y comienza a transmitir sus coordenadas.
Según la información, con esta referencia a su favor, la Policía puede
pasar a un modo pasivo de persecución, reduciendo al mismo tiempo la
posibilidad de un accidente.
El StarChase ya se está probando en cuatro estados: Iowa, Florida, Arizona y
Colorado. Además, la compañía productora de este sistema pretende introducirlo
también en Reino Unido.
No obstante, el precio sería uno de los inconvenientes de este
novedoso dispositivo, ya que el cañón cuesta 5.000 dólares, mientras que cada
bala GPS tiene un valor estimado de 500 dólares, pero
si se compara con el coste de los accidentes fruto de las persecuciones, este
punto no es tan relevante, destaca la BBC.