En ese juicio el tribunal consideró que, junto a un cómplice, había matado por matar, ya que la víctima, a la que intentaron robarle, incluso colaboró con ellos.

El crimen se produjo en la madrugada del 13 de enero de 1997. Junto a Juan Benito González, que fue condenado a 10 años de cárcel, Ameijeiras intentó robarle a Marcelo Agüero, de 22 años, que estaba junto a su novia, Gimena Patricia Cardozo, dentro de su auto, un Fiat Uno, que estaba estacionado en Beccar, partido de San Isidro.

Cuando Amejeiras y González le pidieron plata y lo amenazaron con un arma, Agüero les dijo que no tenía en el lugar pero que sí podía conseguir algo en su casa. Así, los delincuentes los forzaron a ir a la vivienda, donde -según el fallo que los condeno- sin mediar palabra y sin que intentara resistirse, Agüero recibió un disparo en la espalda que salió del arma que portaba Ameijeiras.

Después de haber matado a Agüero delante de su novia, los delincuentes amenazaron a los padres del joven, que estaban en la casa, les robaron y escaparon en el Fiat Uno. En la huida, chocaron y fueron detenidos por la Policía. A la hora de juzgarlo, el tribunal que tenía la causa consideró un agravante que Ameijeiras tuviese una condena previa y que en una ocasión había violado una libertad condicional.

Ameijeiras volvió a ser noticia en 2010. El 28 de agosto de ese año, mientras estaba en la cárcel de José León Suárez, un guardia entró durante el horario de visitas y, ebrio y mientras alucinaba, comenzó a hacer disparos que hirieron a varios internos, entre ellos se encontraba Ameijeiras.

Ameijeiras participó de la denuncia penal contra el guardiacárcel y por eso estuvo desaparecido después de que el hecho sacara a la luz un escenario en el que había agentes penitenciarios acusados de consumir drogas y alcohol en su lugar de trabajo y dejar pasar armas blancas a cambio de dinero.

El año anterior, en 2009, Ameijeiras había empezado a estudiar sociología mientras estaba en la Unidad 48, de máxima seguridad, de la cárcel de San Martín, gracias a una iniciativa de la Universidad Nacional de ese distrito.

Hace unos pocos meses, Ameijeiras, que estaba acusado en una causa por robo calificado, escapó de la comisaría 1° de Moreno junto a otros cinco presos después de limar un barrote de la celda en la que se encontraban.

Por esa fuga, un subteniente de la Policía Bonaerense fue acusado de cobrar 5 mil pesos para dejarlos escapar y hasta de ayudarlos a realizar el trabajo para cortar la reja.