POR EL RETORNO AL PARTO MÁS
HUMANO
Algunas
prácticas se olvidan del rol de la madre durante el alumbramiento. Hay que
devolverle a la mujer los derechos que tiene al dar a luz.
Pídale a una mamá que haga memoria. Pídale que
recuerde cómo vivió su trabajo de parto y tal vez se encuentre en medio de una
historia llena de detalles, sensaciones, frases llenas de emotividad, dolor,
felicidad, ansiedad. No importa qué tanto tiempo haya pasado desde el momento
en que trajo al mundo a sus hijos.
Esa ocasión única se instala en algún lugar de la
memoria y allí estará toda la vida. Entonces, ¿por qué no hacerlo más grato,
más humano? ¿Por qué no es ella quien toma las decisiones trascendentales?
En eso piensan quienes promueven el concepto de
"parto humanizado", que también suelen denominar parto respetado o,
simplemente, natural. Bernardo Agudelo Jaramillo es médico ginecobstetra del grupo especializado
Nacer, de la Universidad de Antioquia, explica que existen ciertos principios
que deben ser respetados. "Acostar a una mujer, considerarla enferma, no
escucharla, conectarla a cables, es limitar sus posibilidades de moverse, de
acuerdo con su instinto, para facilitar la preparación del canal del
parto", afirma.
No escuchar a la madre sobre su deseo -o no- de
recibir anestesia, es también, a juicio de este especialista, una
"vulneración de su derecho a decidir de manera informada" agrega este
especialista.
Y este aspecto tiene que ver con que las guías
médicas para partos en Colombia favorecen un intervencionismo innecesario,
según Agudelo.
"La anestesia es una intervención, los
monitoreos permanentes también. El intervencionismo médico muchas veces no
tiene en cuenta la decisión de la madre. Por ejemplo, muchas veces no se le
informan adecuadamente los riesgos de la anestesia epidural y el hecho de que
no sienta la parte inferior de su cuerpo durante el parto. Ella debe estar en
capacidad de estar atenta a su cuerpo para abrir el canal", apunta Ana Lucía Acosta, comunicadora que presta servicios como doula, es decir,
aquella mujer que brinda apoyo emocional a la madre antes, durante y después de
dar a luz.
LA VERTICALIDAD
La historia de la obstetricia se transformó en la
era moderna cuando el rey Luis XIV reclamó a sus médicos que le dejaran asistir
al parto de las doncellas de la corte que él embarazaba. Para el monarca la
posición ideal en el parto implicaba que la madre se acostara de modo que el
alumbramiento se diera frente a sus ojos. Este método cambió el rumbo que
ancestral y orgánicamente fue adoptado por las mujeres para dar a luz: de
manera vertical.
"No es necesariamente de pies, puede ser en
cuclillas, semisentada o de pie apoyada en algo", dice la doula Elena Peñaranda. El médico Agudelo agrega que la posición de la pelvis
humana favorece el parto vertical.
Estos expertos saben que no sería fácil
replantear el método actual que ha sido incorporado a todos los protocolos
médicos modernos, pero sugieren que las futuras madres estén informadas sobre
su posibilidad de dar a luz de otra manera, de acuerdo a cómo se sientan más
cómodas. "Es que no tendrían por qué estar acostadas, llenas de cables,
ellas no están enfermas", dice Elena.
EL PAPEL DE LA DOULA
"El alumbramiento es una transición. Es,
exactamente, un trance", apunta Ana Lucía. En ese momento, en el cerebro
de la madre confluye un apoteósico torrente hormonal, son demasiadas emociones
al mismo tiempo. Están presentes el dolor, la ansiedad, el amor, el temor y la
felicidad.
La OMS sugiere que las madres necesitan el apoyo
emocional de una doula, que no debe confundirse con partera. La doula puede
estar presente en cualquier parto hospitalario, atendido por obstetra. Lo que
pasa es que su papel se hace clave en ese momento en que, incluso, el padre de
la criatura, no es capaz de darle tranquilidad a su pareja.
De acuerdo con un estudio publicado por la médica Verónica Valdés, contar con una doula es una práctica ancestral, que aun
persiste en muchas culturas.
"Existen investigaciones antropológicas de
128 culturas de cazadores recolectores o agrícolas, de las cuales 127 cuentan
con el apoyo emocional de otra mujer durante el parto. Al trasladarse los
partos al hospital, este importante componente fue eliminado y por mucho años,
las mujeres han debido tener sus partos con el apoyo esporádico de diferentes
miembros del equipo de salud.
La presencia de esta compañía ha demostrado un
efecto directo en el desarrollo de lo partos y la reducción de cesáreas.
"Los partos naturales son más frecuentes en las mujeres que cuentan con la
presencia de una doula", agrega esta especialista.
"Se considera parto natural al que ocurre
por vía vaginal, sin oxitocina, anestesia, analgesia o fórceps. Un estudio
realizado por médicos de la Universidad de Houston encontró que el 12 por
ciento de las mujeres con el manejo habitual presentaron un parto natural
comparado con el 55 por ciento de quienes tuvieron el apoyo de una doula".
No se trata de cambiar todo lo establecido.
Millones de partos se realizan cada año trayendo al mundo niños hermosos, sanos
y mamás felices. El llamado que hacen estos expertos es a pensar un poco más en
la madre, en respetar su derecho a estar informada y a sentirse cómoda. Esto,
aseguran ellos de acuerdo con su estudio y experiencia, redundaría en menos
riesgo y, sobre todo, menos cesáreas que no tenían por qué llevarse a cabo.
CLAVES
PRINCIPIOS Y MANDATOS: OMS
1. No existen pruebas de que se requiera cesárea después de una
cesárea anterior transversa del segmento inferior.
2. No deben inducirse (iniciarse por medios artificiales) los
partos por conveniencia.
3. No se justifica científicamente la ruptura artificial de
membranas por rutina.
EN DEFINITIVA
El parto es un momento irrepetible. La madre y su bebé son los
que merecen y necesitan toda la atención y cuidados. Algunas prácticas van en
contra de ese principio. Deberíamos promover una transformación.
(Tomado de El Colombiano)