Cómo ayudar a tus padres cuando se hacen mayores
Llegar a la tercera edad no tiene por qué ser tan difícil, si se cuenta con hijos que saben cómo auxiliar a sus padres en esa etapa de la vida.¿Visitas o contactas a tus padres regularmente? ¿Sabes lo que necesitan para su rutina diaria? ¿Se dividen entre hermanos la responsabilidad del cuidado de tus padres, ya mayores? ¿Estás pendiente de sus controles y tratamientos médicos? ¿Instas a tus padres a mantenerse activos?
Todos esos aspectos son esenciales para que tus padres se mantengan sanos, tanto en el aspecto físico como emocional y mental. Después de todo, es importante que ellos se encuentren bien, no solo por ellos mismos, por supuesto, sino que mientras así sea, también tú vivirás mejor.
Jubilados, pero activos
Si hay algo que puede ayudar a conservar cuerpo y mente saludables es mantenerse activos. Y si su cuerpo y mente están activos, tendrán más posibilidad de mantenerse sanos. No se necesita ser joven para encontrar una actividad; solo basta tener el estímulo de seres queridos y del propio entorno.
Cualquier actividad es buena para nuestros padres que envejecen.
Lo importante es ocupar el cuerpo y/o la mente. Reunirse con amistades, asistir a talleres o cursos de su interés, realizar manualidades u oficios acordes con las habilidades personales, visitar lugares atractivos como un museo o un parque. Todo eso puede ayudar a tus padres a sentirse alegres, en contacto con el mundo y a olvidarse de dolencias "propias de la vejez".
Comprensión y paciencia
La ancianidad puede llegar a tornarse una etapa miserable para tus padres y para ti mismo, si no tienes la suficiente comprensión y paciencia.
La regla elemental es ponerse en su lugar. Piensa cómo te sentirías en su lugar: sin trabajo, con deficiente salud, sin energía, con mucha menos vida social, adoleciendo de aquello que tenías en etapas tempranas.
Si logras entender la etapa en la que se encuentran tus padres, te será más fácil comprender sus episodios de frustración, de mal humor o de necesidad urgente de ayuda.
Contacto permanente
Quizá no necesiten verte todos los días, pero es seguro que tus padres se sienten más reconfortados si saben de ti en forma constante. Mantenerte en contacto les da seguridad al saber que si necesitan algo pueden contar con localizarte de inmediato.
También
ayuda a su salud mental saber que siguen siendo una parte importante en la vida de sus hijos. El mundo actual ayuda con la nueva tecnología. Haciendo uso de correos electrónicos, teléfonos celulares y redes sociales entre hermanos, ya no hay excusas para no coordinar la responsabilidad en el cuidado de los padres.
Ayuda económica
Si tus padres tienen alguna pensión por ser jubilados, su situación económica puede estar solucionada, al menos en parte. Pero
si la percepción mensual de tus padres no es suficiente, eso podría causarles estrés y depresión, entre otros problemas de salud.Cuando te sea posible, ofréceles una cantidad mensual para sus gastos, o el pago de alguno de los servicios que requieren. Si tienes hermanos, lo ideal es que entre todos acuerden la forma de repartirse los gastos.
Casa segura
Otra forma de ayudar a tus padres a vivir una mejor vejez es asegurarte de
que la casa que habitan se encuentra en condiciones óptimas y acordes al período que transitan. Por ejemplo, quizá deban evitar escaleras, o tener un piso firme y no resbaladizo, entre otros detalles a tener en cuenta.
Para concluir, es obvio que
lo más importante es que tus padres se sientan amados y acompañados por sus seres queridos. Pero además de aquello, también es fundamental que puedan sentirse seguros en casa, que se encuentren activos, en lo posible sin problemas económicos y con buen ánimo. Estos aspectos, sin lugar a dudas, les estarán ayudando a vivir una ancianidad mucho más satisfactoria y, lo principal,
estaremos contribuyendo para que sean felices durante esa etapa tan especial de la vida. Después de todo, ¿qué es esto en comparación con todo lo que han hecho por nosotros?