El asaltante abatido fue identificado como Oscar Alberto Muñoz, de 26 años, con antecedentes penales. Vivía con su familia en un asentamiento precario, a sólo 60 metros de la casa de la jubilada.

Los dos ladrones entraron en el patio de su vivienda e intentaron forzar la puerta para asaltarla. La jubilada despertó por los ruidos. Los "dos pibes jóvenes, de entre 20 y 25 años", como los describió, ya habían roto el vidrio de la puerta y trataban de violentarla con una barreta.

Irma apareció en escena. "El muchacho me dijo lo del ‘chumbo' y cuando lo escuché me acordé, porque mi marido también le decía ‘chumbo' al arma", contó.

Escuchó que le dijeron que abriera si no quería "chumbo". Fue a la habitación por el arma, regresó a la ventana y tiró dos veces al bulto. "Era él o yo. Y pensé: éste me mata", reflexionó doña Irma.

El proyectil alcanzó a Muñoz en el hombro y se le alojó en el pulmón. Murió horas más tarde en un hospital. Su cómplice escapó.

"Nunca me robaron en el barrio, pero así no se puede vivir, creo que me voy a ir", cerró Irma. La Justicia le puso custodia para protegerla ante la posibilidad de represalias.