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General: El agua es un derecho humano o debe ser privatizada ?
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De: Ruben1919 (Mensaje original) |
Enviado: 03/03/2014 00:47 |
Qué opina el grupo de lo que dice este señor al servicio de los monopolios internacionales ?
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Ex CEO de Nestle: El agua no es un derecho humano, debe ser privatizada
¿Crees que el agua es un derecho humano básico? Según el ex CEO de Nestlé el agua es un producto alimenticio que debe ser privatizada, no un derecho humano. El ex CEO de Nestlé Peter Brabeck dice que con el aumento de la población mundial el agua ya no es un derecho público, sino un recurso que debe ser administrado por hombres de negocios.
¿Es el agua un derecho humano libre y básico, o toda el agua del planeta pertenecen a las grandes corporaciones y debe ser tratado como un producto? En el caso de los pobres que no pueden pagar a dichas corporaciones ¿Deberían sufrir de sed debido a su falta de riqueza financiera? De acuerdo con el ex director general y ahora presidente del mayor fabricante de productos de alimentos en el mundo, las empresas deben poseer "cada gota de agua" del planeta - y no recibirás ninguna ... a menos que pagues. Nestle, conocida por enviar a las hordas de 'guerreros de internet" para defender a la compañia y sus acciones en línea en los comentarios y foros de mensajes, incluso toma una posición firme detrás de los transgénicos de Monsanto y su "seguridad comprobada". De hecho, el ex director general de Nestlé en realidad dice que su idea de la privatización del agua es muy similar a los transgénicos de Monsanto. En una entrevista en video, el Presidente de Nestlé, Peter Brabeck-Letmathe, afirma que ninguna enfermad ha aparecido causado por el consumo de organismos modificados genéticamente (OMG). Escuchemos las blasfemias que sale de su boca:
La actitud de este sociópata claramente tiene cero respeto por la raza humana fuera de su propia riqueza y el desarrollo de Nestlé, que ha sido sorprendido atacando contra la financiación del etiquetado de los OMG, se puede atestiguar al ver y escuchar su charla sobre el tema. Esta es una empresa que en la actualidad lucha en las zonas rurales con el fin de extraer el agua subterránea para sus productos de agua embotellada, destruyendo por completo el suministro de agua de la zona sin ningún tipo de compensación. Según lo informado por el Corporate Watch, Nestlé y el ex director ejecutivo, Peter Brabeck-Letmathe tienen una larga historia de hacer caso omiso de la salud pública y abusando del medio ambiente, pero eso sí, participando en los beneficios de la asombrosa suma de 35 mil millones en ganancias anuales por la venta de botellas de agua solamente. El informe dice:
"La producción de agua mineral Nestlé implica el abuso de los recursos hídricos vulnerables. En la región de Serra da Mantiqueira de Brasil, hogar del parque del "circuito de aguas" cuyas aguas subterráneas tiene un alto contenido de minerales y propiedades medicinales, el bombeo excesivo ha causado el agotamiento y daños a largo plazo ".
Nestlé también ha sido objeto de críticas sobre la afirmación de que en realidad están haciendo negocios con los masivos anillos de la esclavitud. Otros detalles de la entrada de Corporate Watch:
"En 2001, Nestlé recibió críticas por la compra de cacao de Costa de Marfil y Ghana, que pueden haber sido producidos con niños esclavos. De acuerdo con un informe de investigación de la BBC, cientos de miles de niños en Malí, Burkina Faso y Togo estaban siendo comprados a sus padres indigentes y enviados a Costa de Marfil, para ser vendidos como esclavos a las plantaciones de cacao."
Así que, ¿Es el agua un derecho humano, o debe ser de propiedad de las grandes corporaciones? Bueno, si el agua no está aquí para todos nosotros, entonces tal vez el aire deba ser de propiedad de las grandes empresas también. Y en cuanto a los cultivos, Monsanto ya está trabajando duro para asegurarse el monopolio de los cultivos básicos. Realmente no debería ser una sorpresa que este Presidente Nestle luche por mantener los OMG de Monsanto vivo y bien adentro en el suministro de alimentos, ya que sus líneas ideología van con la de Monsanto. [The Daily Sheeple]
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EL AGUA DEBE SER UN DERECHO HUMANO Y DE TODA FORMA DE VIDA, ANIMALES Y PLANTAS TAMBIEN. ASI COMO EL AIRE.
PERO TRISTEMENTE CADA DIA ESTE DERECHO ES MAS AVASALLADO POR EL MAL USO QUE SE LE DA AL AGUA POTABLE.
TAMBIEN, CREO EL AGUA NO SE ESCAPA, ESTA ALLI DESDE LOS COMIENZOS DEL PLANETA..ES LA MISMA SIEMPRE, LO QUE HAY ES MAYOR CONTAMINACION Y ESO HACE QUE FALTE EL AGUA POTABLE.
POR OTRO LADO LA GRAN PROLIFERACION DE HUMANOS ES EL OTRO PROBLEMA, A MAYOR CANTIDAD, MAYOR CONTAMINACION, MAYOR CANTIDAD DE BASURA, Y MAYOR USO DE COSAS QUE CONTAMINAN EL AGUA, COMO DETERGENTES, Y OTROS QUIMICOS.
ESA ES MI OPINION EN ESTE DEBATE INTERESANTE QUE TRAJO RUBEN.
LEO |
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ANOCHE VI UNA DOCUMENTAL SOBRE LOS SUMIDEROS........¿QUE ES ESTO??? JAAAAAAA, LOS INVITO A INVESTIGAR...PERO DA MIEDO DE VERDAD, EN LA ZONA DE FLORIDA POR EJEMPLO ESTA LLENO DE ELLOS, Y ES EL HUNDIMIENTO DE LA TIERRA POR FALTA DE SOSTEN ABAJO, POR LA EXTRACCION DE COSAS QUEDAN POZOS...
NO SOLO EN FLORIDA, DICEN QUE HAY POR TODAS PARTES DEL MUNDO, AQUI MISMO EN BUENOS AIRES, EN CAPITAL HA HABIDO HUNDIMIENTOS EN LOS ASFALTOS, AL EXTREMO QUE AL PASAR UN AUTO SE FUE ABAJO MAS DE DOS METROS. ¿Y TANTO EDIFICIO QUE SE DERRUMBA????
LES DEJO LA INQUIETUD DE BUSCAR MAS Y ENTERARSE DE ALGO QUE ME PARECE NO SABIAMOS, QUE LA TIERRA SE ESTA PONIENDO COMO UN HUEVO VACIO..
LEO |
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De: viajero |
Enviado: 03/03/2014 10:28 |
El agua debe ser un derecho humano y de todos los seres. Me parece una barbaridad que alguen en su sano juicio haya dicho esa frace.
El Viajero |
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“La parábola del depósito de agua” es parte de un libro titulado “Igualdad” que escribió Edward Bellamy a finales del siglo XIX, el señor aquí en blanco y negro del bigotazo estilo Íñigo. Dejo el enlace por si alguien quiere leer esta divertida fábula económica que, en resumen, cuenta la historia de un gran depósito de agua llamado “mercado”, controlado por unos señores llamados “capitalistas” quienes imponen las reglas económicas por las que se rige la sociedad. Según estas reglas, los ciudadanos tienen que llevar agua al depósito y por cada cubo reciben un céntimo. Pero si lo que quieren es comprar un cubo de agua entonces han de pagar dos céntimos. Todo va más o menos bien hasta que el sistema incurre en sobreproducción, es decir hasta que la cisterna se desborda. Entonces los capitalistas piden a los trabajadores que ya no traigan más agua pero como el único sustento económico de estos trabajadores es lo que reciben por llenar el depósito resulta que tampoco ganan dinero como para comprar agua. Al comprobar que el sistema está en crisis y que paradójicamente habiendo mucha agua hay al tiempo mucha sed en la sociedad ¿qué hacen los capitalistas? llaman a los agoreros y a los sa*****tes y a los economistas y a los charlatanes para que tranquilicen al pueblo. Pero el pueblo se muere de sed y harto de palabrería empieza a dar peligrosos síntomas de estar incluso dispuesto a asaltar el depósito de agua por la fuerza. Entonces los capitalistas adoptan nuevas medidas como repartir gratis algunas gotas de agua entre el pueblo sediento (a tan generoso acto lo llaman “caridad”) o crear puestos de trabajo en sectores florecientes de la economía, de manera que algunos ciudadanos se reconvierten en policías, profesión en alza debido a la necesidad de controlar y reprimir a los agitadores. La fábula de Bellamy es un sencillo y entretenido relato que resulta bastante oportuno para ilustrar lo que está pasando hoy día en las sociedades capitalistas y es que cuando el salario que reciben en conjunto los trabajadores es mucho menor que el valor que producen, el sistema se condena al colapso.
Marx lo explicó certeramente en su teoría del valor de cambio justo en la época en la que Bellamy escribía “La parábola del depósito de agua” y antes incluso que ambos cabe recordar la obra visionaria y sin embargo bastante olvidada de Simonde de Sismondi. Para este economista e historiador suizo lo que tenemos detrás de las crisis capitalistas es un escenario de saturación de bienes que de ningún modo pueden ser absorbidos por la demanda. La presión de la competencia inclina al empresario a reducir costes de producción lo cual termina por desequilibrar el propio sistema ya que el conjunto de los salarios nunca crece a la par que la riqueza generada por la fuerza laboral. El capital tiende a acumularse en consecuencia en pocas manos mientras se reduce el poder adquisitivo de los trabajadores. A partir de determinado punto comienza irremediablemente una fase de mengua de la demanda en relación a la oferta de bienes lo que produce una caída de las tasas de beneficios con la consiguiente contracción de toda la economía.
La sabiduría convencional de la época no le hizo mucho caso a Simonde de Sismondi sino a Jean Baptiste Say, cuya ley escriben los economistas con mayúscula científica. Según la Ley de Say, la oferta crea su propia demanda y el mercado tiende al equilibrio. A Keynes no le gustaba ni un pelo este axioma porque si los sueldos se aproximan al precio de lo que esos sueldos contribuyen a producir, de acuerdo, sí, el sistema puede mantenerse en equilibrio, pero cuando eso no ocurre, la oferta de bienes y servicios termina siendo muy superior a la demanda y el sistema incurre en crisis de sobreproducción (o subconsumo). Para Keynes (y también para Sismondi) el capitalismo solo puede ser próspero y estable en caso de que existan buenos salarios. No es cuestión de justicia social. Es cuestión de que sin buenos salarios no hay suficiente poder adquisitivo de las clases medias y bajas.
Cuando el keynesiano Robert Reich accedió en 1994 a la cartera de Trabajo le dijo al presidente Bill Clinton que era necesario y urgente subir el salario mínimo en los Estados Unidos porque de otro modo las clases bajas y medias iban a producir más de lo que pueden comprar y eso no puede ser bueno para la economía. Los poderes fácticos se encargaron sin embargo de que Reich no se saliera con la suya a pesar de que sus planes tenían una lógica aplastante, la misma lógica que al fin y al cabo aplicó Henry Ford por su cuenta en 1914, cuando subió el salario de sus trabajadores muy por encima de la media del sector. “Simplemente pretendo que mis trabajadores puedan comprar mis automóviles”, explicó Ford ante la sorpresa y el desencanto de la clase empresarial. La mayoría de los empresarios no pensaban ni piensan como Henry Ford porque prefieren aplicar una visión micro a la problemática económica. No están capacitados para ver en conjunto todo el escenario social. La fotografía completa y panorámica del sistema no es lo que más les interesa y por eso no es de macroeconomía de lo que la mayoría de los empresarios entienden sino de reducir costes de producción, o sea de pagar malos salarios.
Hoy día lo que sufrimos es una merma del poder adquisitivo de la clase trabajadora que degenera en sobreproducción con déficit de demanda efectiva, situación difícil de corregir mientras se mantenga el actual estado de precariedad salarial. Es bastante simple y sin embargo los economistas que trabajan para quienes ejercen el poder financiero y empresarial (o sea la mayoría de los economistas) no quieren reconocerlo y por eso hablan de producir más aunque sea por peores sueldos. ¿Convertimos a los mileuristas en ochocientoseuristas? ¿Así es como vamos a levantar el país? ¿Exportando como chinos? No solo para cualquier keynesiano sino para cualquier individuo con dos dedos de frente esto es un despropósito descomunal. La solución no es ésa sino estimular la demanda interna a través del consumo doméstico, aumentando el gasto público y los salarios, o sea lo opuesto de lo que se está haciendo. Parece que Keynes está además de muerto físicamente, intelectualmente enterrado en todas partes. Los americanos también pasan de él y por eso ahora se han puesto a fabricar dólares como locos porque para salir de la crisis, dice Obama, lo que hay que hacer es inyectar liquidez en el sistema. Lo que sus asesores han dado en llamar “quantitative easing” no es otra cosa que imprimir dinero con objeto de evitar que haya un proceso de deflación general de precios, sueldos y beneficios, pero el dinero que entra en el sistema vía Fed lo gestionan los bancos, lo cual no garantiza en absoluto que tal dinero vaya a llegar a las clases medias y bajas y a estimular la demanda efectiva, especialmente considerando que los fondos de inversión siguen teniendo vía libre para hacer su agosto en el casino de los derivados del crédito, productos que ofrecen una gran rentabilidad a los inversores sin aportar absolutamente nada a la economía productiva. Cabe pensar que la riqueza privada no va crear puestos de trabajo porque la demanda efectiva va a seguir siendo débil en el contexto de una sobreproducción generalizada a casi todos los sectores productivos. Por eso me temo que lo quieran o no los sicofantes del capital, antes o después habrá que estimular la demanda efectiva mediante la redistribución socialista de la renta, incrementando la capacidad adquisitiva de las clases populares y prohibiendo (si fuera posible a nivel mundial) los bajos salarios, causa principal de los graves problemas macroeconómicos de nuestra triste y confusa actualidad.
La recesión (o la débil recuperación) de casi todas las economías capitalistas en todo el mundo es el resultado lógico del menguante poder adquisitivo de las clases populares. Los gobiernos sin embargo están inyectando de liquidez a los bancos y las instituciones financieras con dinero público y ese dinero que es de todos termina lamentablemente invirtiéndose en la economía especulativa o en la economía productiva de países donde los costes sociales, medioambientales y laborales están por los suelos, si es que no termina transformándose en capital ocioso. La demanda efectiva es el deseo de adquirir un bien o servicio más la capacidad que se tiene para hacerlo. Por eso necesitamos una inyección de liquidez, claro que sí, siempre y cuando el dinero llegue a los bolsillos de los que menos tienen. Las grandes fortunas están demasiado ocupadas comprando credit default swaps y otros productos de inversión estructurada. En consecuencia creo posible afirmar que subvencionar la no-obra es una buena idea porque entre otras cosas implica estimular la demanda efectiva. O como dice John Médaille:
"Si le das un dólar a un pobre inmediatamente se lo gastará en almorzar mientras que si se lo das a Bill Gates no sabrá qué hacer con él."
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De: viajero |
Enviado: 03/03/2014 19:52 |
Muy interesante este aticulo tuyo, Libi.Por él se explica claramente el problema de la repàrticion de las riquezas. No obstante debe existir un un fino equilibrio entre ambas cosas, la produccion y el salario. Cuando se emite dinero sin el respaldo de la produccion se genera una gran inflacion (cosa que esta ocurriendo en nuestro pais) e igualmentte la rqueza no puede llegar a las clases bajas que son las que en realidad la sufren. Por ahora el dinero sigue siendo una representacion de los bienes, El dinero sin la produccion es un remedio casero que en poco tiempo muestra sus efectos malos. Cierto que la voracidad de los capitalistas hace el mal de no pagar lo justo por el trabajo, eso crea un desequuilibrio primero.
Y como bien dice el articulo se trata de un vision miope del conjunto social por parte del capital.
El Viajero. |
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