En los experimentos en ratones llevados a cabo por los investigadores del Instituto Nacional de Educación Farmacéutica e Investigación del país asiático (NIPER, por sus siglas en inglés), las píldoras disminuyeron los niveles de glucosa en sangre tanto como la insulina inyectada.
Además, los efectos de esta nueva forma de medicación contra la diabetes duraron más tiempo que la insulina inyectada, destacaron los científicos.
Los responsables del trabajo indicaron también que la principal dificultad en un principio fue que la insulina en píldoras se desintegraba al llegar al estómago y no era absorbida con facilidad hasta el torrente sanguíneo a través del intestino delgado.
Para resolver estos problemas, los investigadores del NIPER decidieron usar lípidos para proteger la insulina de las enzimas digestivas, mientras que para facilitar su transporte y absorción se agregaron ácido fólico y un tipo de vitamina B.