En la premisa anterior hizo especial énfasis el doctor Pedro A. Valdés Sosa, del Centro de Neurociencias de Cuba, al conversar con nuestro diario sobre su participación en la IV Conferencia Científica Internacional de Restauración Neurológica 2014. Temáticas relevantes como las tendencias y cambios en el cerebro humano, fueron puntos de debate en la última jornada del encuentro. Precisamente, sobre los aportes de Cuba al proyecto mundial del mapeo cerebral, el doctor Valdés Sosa informó que el país se ha mantenido ofreciendo información regularmente.
"Tenemos muchos resultados obtenidos de la participación en varios proyectos, que incluyeron no solo estudios con equipos costosos como la resonancia magnética, sino de otros más sencillos como el electroencefalograma, incluso fabricado por el Centro de Neurociencias".
"Cuba fue elegida como miembro de la directiva de la organización mundial de mapeo cerebral, donde defendemos la posición de que no se puede pensar solo en la alta ciencia, sino en cómo esa ciencia puede llevarse a los sistemas de salud pública de todo el mundo. Ello está en consonancia con dos iniciativas de la Organización Mundial de la Salud que hay que apoyar: la salud es un derecho universal y hay que llegar a sistemas universales de salud; y las tecnologías y medicamentos que se desarrollan tienen que ser globales, no solo pueden producirse y consumirse en los países ricos, sino en todas partes del mundo", subrayó el especialista.
Sobre algunos de los temas en que Cuba más ha avanzado, el doctor Valdés Sosa destacó los estudios sobre hipertensión.
"Se trata de cómo identificar a las personas que teniendo hipertensión, enfrentan más riesgo de tener daños cerebrales, además de pérdida de la capacidad cognitiva. Estas investigaciones se están llevando a cabo de conjunto con el Ministerio de Salud Pública, y se está extendiendo, porque pensamos que es una de las formas de enfrentar el problema de las demencias", dijo.
Consideradas como una emergencia en todo el mundo ante el creciente envejecimiento poblacional, las demencias son un problema de salud creciente hoy en nuestro país. Al respecto, puntualizó que si bien el envejecimiento va acompañado en muchos casos de pérdida de capacidad cognitiva, no es sinónimo de demencia. "Hay que utilizar todas las potencialidades de la ciencia cubana para combatir estas enfermedades. De lo que podemos estar seguros es de que tenemos que buscar soluciones propias, porque son nuestros problemas y para ello están la ciencia y la técnica".
Por otra parte, indicó, las enfermedades cerebrovasculares, tienen factores de influencia genética. "Se sabe que la raza negra, por ejemplo, tiene más predisposición a la hipertensión arterial, y mientras más hipertensos haya más peligro hay de enfermedades cerebrovasculares. La dieta cubana promedio es además propicia a provocar el síndrome metabólico ( gota, obesidad, hipertensión), que desencadena por un lado enfermedades cerebrovasculares, y contribuye a las demencias".
En investigaciones recientes en China, ejemplificó el especialista, se estudiaron alrededor de dos mil personas. Midieron qué circunferencia abdominal tenían y notaron que mientras más grosor había, menos corteza cerebral tenían los pacientes.
En este sentido, el doctor Valdés Sosa refirió que el Centro de neurociencias, junto a otras instituciones del Polo Científico, busca estrategias para incidir de forma poblacional sobre este tema en Cuba. "Las investigaciones sobre la hipertensión son esenciales, porque es una de las antesalas de la enfermedad cerebrovascular. En una muestra poblacional tomada al azar, nuestro centro encontró que más del 40 % tenía hipertensión, y de ellos la mayoría tenía algún tipo de daño cerebral leve y oculto".