Lo que vamos a ver son las bacterias que componen el 90% de las células vivas en nuestro cuerpo. El cuerpo humano es el hogar de trillones de formas de vida, desde la E. Coli en forma de bastón que usa sus tres colas para nadar vigorosamente hacia arriba y abajo de nuestros intestinos; hasta la salmonella, que es famosa por intoxicaciones alimenticias pero que puede vivir felizmente en nuestra piel sin efectos negativos para nosotros.
Hay aproximadamente entre 500 y 1000 diferentes especies de bacterias en nuestro cuerpo. Se multiplican para formar unos 100 trillones de células individuales, cerca de diez veces la cantidad de células que componen un ser humano.
El intestino humano contiene casi 2 kg de bacterias. En esencia somos únicamente 10% humanos; el resto es microbio puro.
El hecho de que seamos superados en número 10 a 1 por nuestros huéspedes bacterianos puede sonar preocupante, pero hay que aclarar que la bacteria está para nuestro beneficio y sin ellas no sobreviviríamos mucho tiempo. La interacción entre bacterias y humanos es simbiótica en su mayor parte. A cambio de alimento y hospedaje, las bacterias ayudan con la digestión, la producción de vitaminas y a reforzar nuestro sistema inmunológico. También nos protegen contra infecciones causadas por patógenos.