Algo raro sucede. El producto fue prohibido hace 27 años, pero la
atmósfera sigue llena.
La Nasa demostró que existe una cantidad alta e inesperada de un
compuesto agotador de la capa de ozono de origen desconocido.
El compuesto fue regulado por el Protocolo de Montreal en 1987, con el cual se puso
tatequieto a los que dañaban esa capa protectora, vital para la vida sobre la
faz del planeta.
Se trata del tetracloruro de carbono, usado antes como limpiador
en seco y como extinguidor de fuegos.
Lo más inquietante es que los países del Protocolo reportaron cero
emisiones nuevas del Ccl4 entre 2007 y 2012.
Pero un nuevo estudio muestra emisiones mundiales promedio de 34
kilotoneladas por año, cerca del 30% de las emisiones pico antes de que el
tratado entrara en vigor.
“No se supone que nosotros tendríamos que estar viendo esto”, dijo
Qing Liang, científico de la atmósfera en el centro Goddard de la Nasa y autor
principal del estudio. “Hay emisiones industriales no identificadas de sitios
contaminados o fuentes no conocidas de CCl4.”
Hacia 2008 el compuesto representaba 11% del cloruro existente
para debilitar la capa de ozono, lo que no es suficiente para alterar el ritmo
decreciente de las sustancias debilitantes.
Durante casi una década se ha debatido porqué los niveles
observados en la atmósfera se han reducido menos de lo esperado según lo que se
conoce de su destrucción por la radiación solar y otros procesos naturales.
“Hay un proceso de pérdida que no entendemos o hay fuentes no
reportadas o no identificadas”.
Con cero emisiones de 2007 a 2012, los niveles del compuesto
deberían haberse reducido a una tasa de 4% año, pero observaciones desde tierra
han mostrado una reducción de solo 1% por año. Algo no cuadra. Y no se sabe por
qué.