Dos mujeres estaban jugando golf y una de ellas golpeó la bola demasiado fuerte y muy desviado. La bola se elevó sobre unos arbustos, cayó hacia otro hoyo donde jugaba un grupo de hombres y finalmente se escuchó un gemido de dolor. Las dos mujeres corrieron hacia donde escucharon el ruido y encontraron a un hombre en el suelo, dando vueltas en posición fetal, con ambas manos sobre sus "partes nobles" y gimiendo de dolor.
La mujer que lo había golpeado se le acercó y comenzó a pedirle disculpas:
- ¡Lo siento!, ¡por favor, déjeme ayudarlo!, soy fisioterapeuta y con toda seguridad puedo aliviarle el dolor.
Mientras el tipo cerraba los ojos y apretaba los dientes para soportar el dolor, la mujer retiró las manos del hombre, le aflojó los pantalones y comenzó a hacerle un masaje dentro de la ropa interior. Después de un corto masaje, la mujer le pregunta:
- ¿Se siente mejor?
- Pues se siente muy bien, pero el dedo pulgar me sigue doliendo mucho.