Este tipo de personalidad se distingue porque es capaz de vivir con una gran intensidad todo lo que le rodea, tanto a nivel interno como externo, una persona PAS se definiría así:
“Siento la belleza del mundo, de las personas y del arte de un modo muy afinado. Me atrae la soledad, soy intuitivo y empático… pero si alguien me hace daño, puedo caer en el mas profundo de los abismos.”
Las personas PAS poseen una sensibilidad que les permite apreciar detalles y dimensiones que a los demás se nos escapan. Por otro lado, su sensibilidad emocional puede dificultar sus relaciones sociales; no suelen ser personas fáciles de comprender, se las etiqueta de personas débiles o frágiles: hacen de cualquier pequeño problema un mundo y de cualquier pequeño detalle una alegría enorme.
1. Las emociones se viven con más intensidad:
La persona altamente sensible, tiene una mayor empatía y percibe al instante cualquier cambio en las personas que le rodean. Y esto puede preocuparles. Notan la tristeza de quienes están a su lado y pueden llegar a vivirla como propia con más facilidad que otra persona que también esté cerca de la persona afectada.
Los niños con esta personalidad pueden llegar a sufrir mucho en estas edades, notan el humor de sus padres, sus preocupaciones… y al no saber aún interpretarlas o entender su origen pueden sufrir al pensar que han hecho algo negativo.
En el plano afectivo, la persona altamente sensible es de las que lo ofrece todo a su pareja, a la persona a la que ama. Este sentimiento se vive con una fuerza inmensa, y como tal, son más vulnerables. La otra persona puede no emocionarse como ella, porque no recibe tanto cariño a cambio como espera. Es algo muy complejo, y a veces hasta doloroso.
2. Se sienten heridos con más facilidad:
La persona altamente sensible lo da todo por los demás. Ama a su familia y a los suyos, vive la felicidad de un modo muy particular, pero al percibir las emociones de los otros con mayor efectividad, a veces puede sentirse herida también con mayor facilidad. Una mala palabra, un pequeño desprecio, un gesto de desaire o una simple mentira, se padece de un modo profundo. Es una traición a su sinceridad emotiva.
4. Se siente bien haciendo cosas en soledad:
La persona altamente sensible, no suele temer a la soledad. Le gusta y en ocasiones la busca. En ella se siente bien y se siente ella misma en toda su integridad y en toda su plenitud. Es un descanso que suele necesitar más que otras personas ya que la cantidad de estimulación que puede recibir en el mismo periodo de tiempo es mayor. De ahí que suelan ser personas con marcados rasgos introvertidos.
Además de ello, sienten mucho placer con la música, con el dibujo, con la lectura… son personas con alta sensibilidad que expresan su ser y su espíritu mediante estos canales artísticos. Pueden tocar instrumentos y se emocionan con las melodías de un modo muy intenso. También tienen preferencia por la escritura, por la poesía y el arte en general. Actividades que gozan muchas veces estando solos.
5. El dolor se sufre con mayor intensidad:
Cuando el dolor nos hace prisioneros, de nosotros depende hacerle frente.
Hablamos de dolor físico y dolor emocional. Las personas altamente sensibles sienten el dolor físico de otro modo puesto que tienen el umbral mucho más bajo. Es algo muy característico. Por ejemplo, de ahí que haya incluso determinados tipos de ropa que les incomode en la piel, que sufran más alergias, que a veces un simple roce le produzca dolor… es un aspecto que se ve desde la infancia, desde que los niños son pequeños. La sensibilidad trasciendo a lo físico.
En lo referente al plano emocional, cuando la persona altamente sensible es dañada, traicionada o despreciada de algún modo, será más tendente a padecer una depresión en comparación con otros perfiles. Son más frágiles emocionalmente, es como si este regalo en lo espiritual tuviera a su vez un alto coste.