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General: Francisco , nuestro Papa ...
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Respuesta  Mensaje 1 de 7 en el tema 
De: Ruben1919  (Mensaje original) Enviado: 01/03/2014 09:45

Entrevista al teólogo tercermundista y ecologista brasileño Leonardo Boff: “Llegó la primavera con sus frutos”

Eduardo Febbro

  

dic162013
 

Página 12

Boff está convencido de que, con el papa Francisco, llegó mucho más que un hombre que viene de lejos: en su visión, con él llegaron al Vaticano otra filosofía de la vida, de la política, otra práctica pastoral, otra sociología y otro cristianismo.
La ternura y la inteligencia juntas son armas muy disuasivas. Escuchando hablar al teólogo brasileño Leonardo Boff se entiende rápidamente por qué su amigo Joseph Ratzinger lo apartó de la Iglesia cuando se publicó uno de los libros fundadores de la Teología de la Liberación escritos por Boff, Iglesia, carisma y poder.

Mucho antes de ser papa, Ratzinger fue amigo de Leonardo Boff, pero en cuanto el severo teólogo alemán empezó a trepar la escalera del poder vaticano no dudó en levantar la mano para sentar a Leonardo Boff en el mismo sillón donde, muchos siglos antes, la Santa Sede juzgó a Galileo Galilei. Leonardo Boff pagó el tributo de sus ideas. Perdió el derecho de ejercer el sacerdocio.

Han pasado muchos años y muchos combates y Leonardo Boff no perdió ni un ápice de esa inteligencia que envuelve las cosas en una mezcla de racionalidad y revelación juvenil. El paisaje que rodea su casa de Petrópolis es idílico, frondoso y absorbente como las ideas que este intelectual de 75 años va exponiendo con la frescura de un adolescente. Con el título “El papa del pueblo”, la revista Time eligió al papa Francisco como personalidad del año. “Lo que hace a este Papa tan importante es la rapidez con la que capturó la esperanza de los millones de personas que habían abandonado toda esperanza en la Iglesia”, escribe Time.

Leonardo Boff no está lejos de pensar lo mismo. Se acaba el año de la elección de Bergoglio como primer papa no europeo de la historia. En esta entrevista con Página/12, Leonardo Boff hace un balance de las esperanzas suscitadas por Francisco, de las perspectivas de transformación que se levantan en el horizonte, de los actos ya cumplidos y de los que vendrán. El teólogo brasileño está convencido de que, con Francisco, llegó mucho más que un hombre que viene de lejos: en su visión, con él llegaron al Vaticano otra filosofía de la vida, de la política, otra práctica pastoral, otra sociología y otro cristianismo inspirados en la raíz misma del continente.

–Pasan los meses y, a su manera, el papa Francisco sigue dando sorpresas. ¿Cómo analiza usted este momento particular del catolicismo a través de una figura que está desplazando casi todos los centros de gravedad del Vaticano?

–Estamos en una situación totalmente nueva. Nosotros venimos de un invierno muy duro y riguroso con Juan Pablo II y Benedicto XVI. Ahora sentimos la primavera con sus flores y sus frutos. Francisco es un papa que sorprende, que cada día inventa cosas nuevas. Es la primera vez que un papa no viene de la vieja cristiandad europea, sino de la periferia, o sea de América latina. Las iglesias de América latina eran iglesias espejo mientras que las iglesias de Europa eran iglesias fuente. Ahora, después de 500 años, nuestras iglesias se han convertido en iglesias fuente. Nuestras iglesias tienen sus tradiciones, sus reflexiones, sus liturgias, han creado un estilo de cristianismo ligado a la liberación, al compromiso social.

De ese caldo espiritual, político y religioso viene el papa Francisco. El nuevo papa tiene otro tipo de mensaje, no es el cristianismo viejo, doctrinario, disciplinar. Se trata de un cristianismo de profunda comunión con todas las personas, libre de doctrinas castradoras, con un mensaje basado en la sencillez y la pobreza. Eso es inédito en la historia del papado. Hay que tener en cuenta que sólo 24 por ciento de los cristianos está en Europa, 62 por ciento en América latina y los demás en Asia y Africa. Esto significa que, hoy, el cristianismo es una religión de Tercer Mundo. Tuvo sus raíces en el Primer Mundo, pero eso ya pasó. Francisco es muy consciente de esto. Por eso tiene la fantasía creadora y es capaz de decir “hay que cambiar”. Y creo mucho en su fantasía, en su libertad, en su corazón, en su libertad espiritual. La Iglesia necesita corazón, no poder. Donde hay poder no hay amor ni compasión. Francisco tiene amor y compasión. Y no quiere saber nada de poder ni de tradiciones.

–Para usted entonces Francisco es un papa de combate.

–Creo que Francisco combina dos cosas: la ternura de Francisco y el rigor del jesuita. Es franciscano en la forma de vivir humilde, popular, pero es un jesuita de la racionalidad moderna: analiza los fenómenos, identifica la causa principal y, cuando descubre, interviene con mucha determinación. Creo que el Papa es una combinación feliz entre ternura y vigor. Eso es lo que necesitamos en la Iglesia. Hacia afuera es un pastor, hacia adentro es muy riguroso. Cuando estuvo en Río de Janeiro, el discurso más duro que pronunció fue para los obispos y cardenales.

Les dijo que no eran pobres ni interiormente, ni exteriormente, que eran duros con el pueblo y que no fueron capaces de hacer la revolución de la ternura, de la compasión, de la compenetración con el pueblo. En Roma dice lo mismo: los ministros de la Iglesia tienen que salir de la fortaleza hacia el pueblo, y el pueblo debe poder venir y sentirse en su casa. La Iglesia no está para condenar a nadie sino para acoger, perdonar, suscitar esperanzas y tener compasión con quienes tienen problemas. Esa es la característica más bella y evangélica de Francisco.

–Usted cree que Francisco puede realmente reformar la Iglesia.

–Yo creo que Francisco, antes de reformar la curia y la Iglesia, ya reformó el papado. El estilo del Papa es otro. El papado tiene un ritual, en las vestimentas, en los símbolos del poder. Francisco renunció a todo eso e hizo el trabajo contrario: logró que el papado se adaptara a sus convicciones, a sus hábitos. Por eso renunció a todos los símbolos de poder. Dijo: “la Iglesia tiene que ser pobre como Jesús”. ¡San Pedro no tenía un banco y Jesús no entendía nada de contabilidad! Jesús era un profeta que traía fe, esperanzas. Francisco rescata la tradición más vieja de la Iglesia y rehúsa llamarse papa. Papa es un título de los emperadores. Francisco se considera un obispo de Roma que gobierna la Iglesia en la caridad, no en el derecho canónico. Eso cambia todo.

Francisco es más que un nombre: es un proyecto de Iglesia, de una sociedad más sencilla, solidaria, es el proyecto de una simpleza voluntaria, de una sobriedad compartida. Posiblemente, esto va a crear una crisis entre los obispos y cardenales. Ellos se creen príncipes de la Iglesia y el Papa no quiere nada de eso. Francisco quiere que se renueve el pacto de las catacumbas cuando, al final del Vaticano II, 30 obispos se reunieron en las catacumbas e hicieron votos de vivir en la pobreza, abandonar los palacios y vivir en el medio del pueblo. Esa es la propuesta para toda la jerarquía de la Iglesia. Esa será para mí la gran revolución de Francisco.

–¿Con qué fuerzas Francisco podrá cambiar las malas tendencias profundas de la Iglesia? Por ahora hemos oído un mensaje pastoral muy entusiasta, pero para llegar a la trasformación completa hay un gran paso. ¿Acaso se apoyará en la Teología de la Liberación, tan reprimida por Juan Pablo II y Benedicto XVI?

–Es un papa muy inteligente. Francisco criticó mucho a los conservadores. El 11 de septiembre aceptó encontrarse con Gustavo Gutiérrez (el otro inspirador de la Teología de la Liberación). Eso me parece muy importante para apoyar esa teología que es, además, en cierta forma, el lugar de donde él viene. La Argentina tiene una Teología de la Liberación propia, que es la teología de la cultura popular. Francisco se apoyó en esa teología que se diferencia de la teología de la liberación común porque no trabaja en torno del conflicto de clases, sino en torno de la cultura dominante, la cultura dominada, cultura del silencio que hay que liberar. El está en esa línea. Y de allí viene su novedad. Ya eligió ocho cardenales de todo el mundo para crear una instancia de decisión.

Sería fantástico si Francisco invitara a mujeres a dirigir los destinos de la Iglesia en la perspectiva de la globalización. Hasta hoy, el cristianismo era algo occidental que se fue convirtiendo en algo cada vez más accidental. Tiene que ser ahora globalizado. Para ser global, tiene que tener otras dimensiones. La Iglesia no encontró su lugar en la globalización. La Iglesia es muy romanizada, eurocéntrica. Pero Francisco tiene la visión del jesuita San Francisco Javier, misionero de China, según la cual la Iglesia tiene que salir. Para mí la mejor manera es crear una red de iglesias y comunidades que se encarnen en las culturas y tenga rostros chinos, japoneses, africanos, latinoamericanos. Es otro tipo de presencia de la Iglesia, no como poder, sino como una instancia de apoyo a todo lo que es humano.

El cristianismo se suma a otras religiones, a otros caminos espirituales, y renuncia así a su privilegio de excepcionalidad, como si fuera la única Iglesia verdadera, la única religión válida. No. El cristianismo está junto a las demás para alimentar valores humanos, para salvar a nuestra civilización, que está amenazada.

–Sin embargo, el discurso tradicional del Vaticano aún se mantiene.

–Sí, yo creo que él seguirá manteniendo el discurso tradicional de defensa de la vida, contra el aborto, pero con una diferencia: antes, los temas de la moral sexual, familiar, del celibato de los sacerdotes o del sacerdocio de las mujeres, eran temas prohibidos, no se podían discutir. Ningún cardenal, obispo o teólogo podía hablar de esto. Francisco no, él dejó abierta la discusión. El va a abrir una amplia discusión en la Iglesia y va a recoger elementos que se pueden tornar universales. Francisco abrió muchos espacios. No sé hasta qué punto podrá avanzar con esto, pero sí habrá una amplia discusión en la Iglesia. Posiblemente se logre permitir que las iglesias locales, por ejemplo en Africa, donde hay otras culturas tribales, otra relación con la sexualidad, puedan actuar de otra forma ante la utopía cristiana, una forma que no sea sólo la occidental. Ahora tenemos una sola manera de ser cristiano, pero hay otras.

En América latina estamos demostrando que es posible un cristianismo afro-indígena-europeo, una mezcla de tres grandes culturas. Por eso aquí la Iglesia tiene otro rostro, es más abierta, más comprometida con los cambios que benefician al pueblo. Tenemos que universalizar esto porque la injusticia mundial es muy grande. Y este papa es muy sensible ante los últimos, los invisibles. Ahí está su centralidad.

–Ya ha pasado cierto tiempo luego de la renuncia del papa Benedicto XVI. Ese hecho fue un enorme terremoto para los católicos del mundo. ¿Cuál es hoy su análisis sobre ese momento de fractura sin el cual el papa Francisco no hubiese llegado al sillón de Pedro?

–Yo creo que cuando Benedicto XVI leyó el informe de más de 300 páginas sobre la situación interna de la Iglesia, sea lo que concernía los problemas del banco del Vaticano, sea los escándalos sexuales que implicaban a obispos y cardenales, creo que eso lo golpeó profundamente. Benedicto XVI sintió que no tenía fuerza física, ni psíquica, ni espiritual para enfrentar un lío semejante. Ese problema no venía desde afuera, del mundo, de la sociedad, no: el problema venía desde dentro de la Iglesia, de su parte más central que es la curia romana. Eso lo escandalizó. Benedicto fue muy humilde al reconocer que otra persona debía venir con más fuerza, con más y determinación y otra visión de la Iglesia para crear un horizonte de esperanzas y credibilidad que la Iglesia había perdido totalmente.

–El banco del Vaticano y todos los escándalos ligados a él fueron uno de los desencadenantes de la renuncia de Benedicto XVI. Apenas asumió, las primeras medidas que adoptó el papa Francisco atañen justamente el banco. ¿Cree usted que podrá llevar a cabo la reforma final de esa institución financiera comprometida con la mafia y la circulación de dinero opaco?

–En el banco del Vaticano hay mucho dinero de la mafia, apoyada y comprometida con altas figuras de la curia romana. En este sentido, hay un riesgo que pesa sobre el Papa. Cuando la mafia se siente agredida es capaz de cometer crímenes, de eliminar personas. Por eso es muy inteligente que el Papa no viva en los departamentos pontificiales sino en una Casa de Huéspedes, es muy inteligente también que no coma solo, sino con muchas personas. Francisco dijo en broma que así era más difícil envenenarlo. Pero más allá de esto, creo que Francisco va a inaugurar una dinastía de papas del Tercer Mundo, de Africa, de Asia, de América latina. Con eso se enriquecerá el catolicismo con valores de otras culturas que nunca fueron respetadas sino colonizadas.

El cristianismo de América latina es un cristianismo de colonización. Hicimos muchos esfuerzos para crear un cristianismo nuestro, con nuestros santos, nuestros mártires. Nuestro cristianismo tiene su propio rostro, que no es el viejo rostro europeo. Esto va a facilitar que el cristianismo sea una propuesta buena para la humanidad, no solamente para los cristianos. Nuestro cristianismo tiene otro elemento de ética, de humanidad, de espiritualidad para un mundo altamente materializado, tecnológicamente sofisticado. Francisco encarna ese contrapunto, esa dimensión. Su propuesta tiene futuro.
efebbro@pagina12.com.ar

 


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Respuesta  Mensaje 2 de 7 en el tema 
De: ArcoIrisAzul Enviado: 01/03/2014 12:24
Es un placer leer ,esta nota de nuestro querido y muy amado Papa.-Francisco..


Respuesta  Mensaje 3 de 7 en el tema 
De: Eliscamsil Enviado: 01/03/2014 14:49
Ele é um anjo bom, 
O escolheu Deus e ele aceitou a missão...
Quantos vem aqui nessa situação e desperdiçam muitas vezes, 
uma só chance que tem, de unificar os povos e suas crenças?
Ele foi sábio e aceitou ser bom e ajudar na união dos conceitos culturais religiosos, educacionais e sociais.
Ele sabe o que está fazendo pelo mundo. Nosso Mundo!
Obrigada amigo por partilhar!
Bom dia e feliz fim de semana!

Respuesta  Mensaje 4 de 7 en el tema 
De: viajero Enviado: 01/03/2014 21:29
LA IGLESIA ESTA CAMBIANDO DESDE DONDE DEBE CAMBIAR: DE ARRBA HACIA ABAJO.
LA OPCION POR LOS POBRES DE LEONARDO BOFF LLEVA A LA IGLESIA AL REINO DE CRISTO. MAS EL CONFLICTO SOCIAL DEBERA RESOLVERSE EN EL REINO DE LA PAZ Y NO DE LA GUERRA   COSA QUE SERA DIFICIL EN UN MUNDO CADA DIA MAS CONVULSIONADO Y LLENO DE ODIOS DE CLASE. ES DE ESPERAR QUE FRANCISCO CON SU GRAN INSPIRACION LOGRE ESTOS OBJECTIVOS.
 
EL VIAJERO

Respuesta  Mensaje 5 de 7 en el tema 
De: Ruben1919 Enviado: 06/10/2014 00:15

Francisco trata de abrir la Iglesia a las nuevas formas de familia

Los conservadores se opondrán en el Sínodo a la readmisión de los divorciados vueltos a casar

El papa Francisco durante un encuentro, el sábado, con atletas paralímpicos en el Vaticano. / AFP

Ya hay un alto prelado en la cárcel por blanqueo de dinero y un arzobispo en arresto domiciliario por abuso de menores. El papa Francisco no ha ido todavía ni a Milán ni a Lourdes ni a Madrid, pero sí a Corea, a Albania y a la isla de Lampedusa, lugares donde ni el catolicismo ni la vida misma han navegado nunca con el viento a favor. La agenda que se marcó Jorge Mario Bergoglio cuando, según sus propias palabras, llegó al Vaticano “desde el fin del mundo” se va cumpliendo. Un plan de transparencia para el dinero del IOR (el Instituto para las Obras de Religión), tolerancia cero con los pederastas y un viaje continuo hacia las periferias del mundo. La siguiente etapa, que empieza hoy con el Sínodo sobre la Familia, es tal vez más difícil aún, porque consiste en abrir las puertas de la Iglesia a quienes se fueron alejando por azares de la vida –divorciados vueltos a casar— o a quienes siempre las encontraron cerradas –parejas de hecho, nuevas familias surgidas de relaciones rotas, hijos adoptados por parejas del mismo sexo--. Y es precisamente aquí, en las distancias cortas entre el dogma y la tradición, donde un papa como Francisco se la juega.

No en vano está siendo ahora cuando los sectores más retrógrados de la Iglesia –aquellos que siempre han visto a Francisco con recelo, pero no lo habían expresado todavía por temor a ser arrollados por su liderazgo— están saliendo a la luz. El ejemplo más claro es el libro que el cardenal alemán Gerhard Müller, el poderoso prefecto para la Congregación para la Doctrina de la Fe, y otros cuatro purpurados –un estadounidense, otro alemán y dos italianos— han publicado en paralelo al Sínodo de la Familia y en el que se oponen frontalmente a que los divorciados vueltos a casar puedan regresar a los sacramentos o a que, en determinados casos de fracaso matrimonial, los procedimientos de nulidad se aceleren y simplifiquen. “Está en juego la ley divina”, sostienen los autores del libro, “porque la indisolubilidad del matrimonio es una ley proclamada directamente por Jesús y confirmada muchas veces por la Iglesia. El matrimonio solo puede ser disuelto por la muerte”.

Los más críticos con las reformas del Papa alegan que "está en juego la ley divina"

Müller, actual jefe del antiguo Santo Oficio, el mismo cargo que ejerció Joseph Ratzinger hasta que sustituyó a Juan Pablo II, tiene enfrente nada más y nada menos que al propio Jorge Mario Bergoglio, al cardenal de su confianza Walter Kasper –“todo pecado puede ser perdonado, también el divorcio”—y al cardenal Lorenzo Baldisseri, que será precisamente el secretario del Sínodo sobre la Familia. Baldisseri, como buen italiano, prefiere mediar entre las partes antes de que la sangre llegue al río, pero no por ello esconde su opinión ni la del Papa: “Las cosas no son estáticas, caminamos a través de la historia, y la religión cristiana es historia, no ideología. El contexto actual de la familia es diferente al de hace 30 años, a los tiempos en que se publicó la Familiaris consortio [la exhortación apostólica de Juan Pablo II]. Si negamos esto, nos quedamos anclados 2.000 años atrás. El Papa quiere abrir la Iglesia. Hay una puerta que hasta ahora ha estado cerrada y Francisco quiere que se abra”.

El cardenal Baldisseri replica a los inmovilistas que Bergoglio quiere abrir una puerta que estaba cerrada

Más claro, agua. Tan claro que, de pronto, como si tocaran a rebato, los cancerberos de la tradición están despertando. La última aparición ha sido la del cardenal esloveno Franc Rodé, antiguo prefecto de la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada, que ha puesto a Bergoglio de vuelta y media: “Sin duda, el Papa es un genio de la comunicación. Tiene a su favor que parece simpático. Pero sus opiniones relativas al capitalismo y a la justicia social son excesivamente de izquierdas. Se ve que está marcado por el ambiente del que viene. En América del Sur hay grandes diferencias sociales y cada día se producen allí grandes debates sobre esa cuestión. Pero esta gente habla mucho y resuelve poco”. No se trata solo del desahogo aislado de un cardenal al que, a los 80 años, le están cambiando el decorado, sino que refleja el sentir contrario a las reformas de un sector que, aunque minoritario, sigue existiendo dentro del Vaticano y permanece alerta, ojo avizor. Tanto que aquellas conspiraciones que amargaron los últimos días del pontificado de Benedicto XVI están volviendo a surgir: informes secretos, filtraciones interesadas con muy mala uva, acusaciones con más o menos fundamento que tratan de desprestigiar a los más cercanos colaboradores de Francisco, incluido el cardenal australiano George Pell, actual prefecto de la Secretaría de Economía de la Santa Sede. Está por ver si se trata de los últimos coletazos de una época terrible para el Vaticano –aquel caso Vatileaks que se cerró, tal vez en falso, con la detención del mayordomo de Ratzinger— o del principio de las hostilidades contra Bergoglio.

Un musulmán en el Sínodo católico

P. O.

No se trata de un proceso rápido ni propenso a los grandes titulares. El Sínodo de la Familia, que se enmarca bajo el título “Los desafíos pastorales de la familia en el contexto de la evangelización” y se desarrollará hasta el próximo día 19, contará con 253 participantes, de los que 191 serán “padres sinodales” y el resto se dividirá entre expertos laicos y --por primera vez en un sínodo-- 14 matrimonios llegados de Líbano, Congo, Ruanda, Filipinas y diversos países de Europa. Entre ellos se encuentra una pareja formada por una católica y un musulmán. Los obispos, que ya enviaron al Vaticano el contenido de su intervención para poder ordenarlas por grupos temáticos, dispondrán de cuatro minutos para defender sus propuestas. El debate servirá para elaborar un documento que será enviado a las Conferencias Episcopales de todo el mundo. Por tanto, según ha advertido el cardenal Lorenzo Baldisseri, el Sínodo “no adoptará decisiones” y sus conclusiones sólo servirán “de base para la segunda asamblea que se celebrará en 2015”. Será, por tanto, el próximo año cuando, de haberla, se anunciará la nueva postura de la Iglesia hacia las familias.

Por tanto, lo interesante ahora no son tanto las respuestas –que tardarán en llegar--, sino hasta qué punto la Iglesia está dispuesta a interrogarse y cambiar o a seguir cómodamente instalada en una tradición que la aleja de los fieles. En la víspera del Sínodo, y aprovechando su cuenta de Twitter, @pontifex, el papa Francisco ha lanzado un mensaje que, aunque obvio, parece un desafío a quienes, anclados en la tradición o los dogmas, siguen abonados a la teoría del valle de lágrimas. “La Iglesia y la sociedad”, dice el Papa, “necesitan familias felices”.


Respuesta  Mensaje 6 de 7 en el tema 
De: leonor555 Enviado: 06/10/2014 08:47
ADMIRO MUCHO A FRANCISCO. ME PARECE UNA PERSONA MUY ESPECIAL POR SU BONDAD NO EXCENTA DE FUERZA Y CREO POSIBLEMENTE TRAIGA EL CAMBIO, AL MENOS A LA IGLESIA, QUE ESTA NECESITABA, LA LIMPIEZA QUE HACE AÑOS SE DEBERIA HABER REALIZADO.
PERO NO SE SI LE ALCANZARA LA FUERZA, ES MUCHA LA LUCHA, Y LUCHAR CONTRA EL MAL NO SIEMPRE ES EXITOSO, EL MAL ES MUY FUERTE, Y ESTA EN UN TIEMPO DE APOJEO.
 
LEO

Respuesta  Mensaje 7 de 7 en el tema 
De: LuchoG Enviado: 06/10/2014 14:01
Un gran luchador, con una visión muy acertada de la realidad del mundo actual. Muy valiente, al enfrentarse a las mafias enquistadas en el Vaticano.


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