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General: MUCHO MÁS QUE SEXO ...
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De: Ruben1919 (Mensaje original) |
Enviado: 04/10/2014 14:03 |
Pareja y sexualidad
El sexo cuando pasamos de 2 a 3 en casa
La famosa cuarentena. ¿Siempre son los hombres los que esperan delirantes que termine la cuarentena? ¿Y las mujeres qué esperamos pasados esos cuarenta días? ¿El sexo vuelve a ser como antes después de tener un bebé?
Mujer embarzada con su pareja
ELENA CRESPI
Viernes, 3 de octubre del 2014 - 18.16 h
Estos días estoy compartiendo espacio con varias madres novatas en un grupo de lactancia. Y ayer salió una imagen de lo que ocupa el cerebro femenino después de dar a luz. Preocupaciones, amor incondicional hacia el bebé, miedos sobre la novedad de ser madre... y en un espacio muy pequeño quedaba el deseo sexual. Reducido a la mínima expresión.
Biológicamente tiene mucho sentido ya que la madre tiene que procurar que el bebé esté protegido, no le falte de nada y se sienta amado. En una situación así, el deseo sexual se reduce considerablemente. Pero ¡no os alarméis! Tenemos el poder de hacer cosas para cuidar esa esfera que ha quedado empequeñecida por el gran momento vital que se está viviendo.
Vamos a ver algunos trucos que servirán para una pareja que se encuentre en esta situación, sea cual sea su orientación sexual. Hay que tener en cuenta que:
• El sexo no es solo algo corporal, también es algo emocional y que une a los miembros de la pareja
• El sexo es una de las muchas maneras que tenemos para demostrar amor a nuestra pareja... Una de las cosas que digo que justifica por qué una pareja desea tener relaciones sexuales: "como te amo, deseo tocarte y estar contigo"
• El sexo no es solo genitales y penetración, tenemos todo el cuerpo para recorrer y para sentir mil sensaciones distintas
• Pensar en ello nos ayudará a desarrollar nuestras fantasías y nos ayudará a diseñar qué tipo de relaciones sexuales deseamos tener en un momento como el post-parto o la llegada del bebé a casa
• Callar no es la mejor manera de tener buen sexo (nunca, pero sobretodo en un momento delicado como este). Por lo que es importante contar al otro miembro de la pareja lo que se desea, lo que no se desea, lo que apetece y lo que da miedo...
• Es recomendable empezar despacio y gradualmente, sobretodo si ha habido un parto vaginal o una cesárea... ya que el cuerpo de la madre necesita recuperarse lentamente. En caso de adopción, también tenemos el proceso de adaptación a la nueva situación pero no la recuperación física y el acercamiento de la pareja quizás será más sencillo.
En el caso de una pareja heterosexual, hay mucha mitología que envuelve la relación: si el hombre será capaz de soportar la cuarentena, que a la mujer le desaparecen completamente las ganas de tener relaciones sexuales, que pasada la cuarentena todo vuelve a ser como antes, o justo lo contrario, que el sexo no vuelve a ser nunca como antes.
Continuad compartiendo vuestra cama, independientemente de si el bebé también duerme con vosotros, duerme en una cuna al lado de la cama o ya duerme en su propia habitación
Cada pareja es un mundo y debemos reestructurar la relación en función de como nos sentimos después de ser padres y madres. Pero me atrevo a hacer una recomendación a todas las parejas que están estrenando paternidad y/o maternidad recientemente:
Continuad compartiendo vuestra cama, independientemente de si el bebé también duerme con vosotros, duerme en una cuna al lado de la cama o ya duerme en su propia habitación. El vínculo que hay entre una pareja no debe romperse ni separarse. En un momento tan delicado como el inicio en la paternidad o maternidad la pareja debe permanecer unida, fuerte, debe cuidarse mutuamente y debe dedicarse tiempo y espacio en medio del caos del proceso de adaptación a tener un bebé en casa... E ir a dormir juntos, abrazaros, besaros, daros apoyo en el día a día, mantener el vínculo de amor entre los dos es muy importante para poder llevar mejor esta nueva etapa vital.
El sexo volverá lentamente pero de manera segura si dedicamos espacio y tiempo a mantener el vínculo con la pareja.
www.elenacrespi.com – www.iesp.cat – www.interpersonal.cat
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¿Cómo deseas que te toquen?
Suave, fuerte, constante, en el cuello, en la barriga, en los labios... existen muchas maneras de tocar y de ser tocado/a... ¿ya has descubierto cómo te gusta a ti?
Elena Crespi Asensio
Sabemos que somos mucho más que unos genitales cuando se trata del sexo pero, a menudo, nos entretenemos más a tocar en la zona más explícitamente sexual sin atender demasiado al resto del cuerpo. O cuando ponemos el cuerpo como protagonista, muchas veces, lo hacemos como un puro trámite para llegar a la zona que de verdad interesa...
Y somos animales de costumbres, por lo que, normalmente tenemos tendencia a hacer siempre las mismas cosas. Y si funcionan, ningún problema. Pero quizás, deberíamos reflexionar un poco más y dar más importancia de la que damos a la piel que recorre nuestro cuerpo de arriba a bajo.
El orgasmo es un buen regalo cuando tenemos relaciones sexuales, ¿verdad? Y es habitual querer llegar a él lo antes posible jugando directamente a estimular el pene o el clítoris para conseguir esa recompensa cuanto antes mejor. ..
... pero existe un modo para hacer que el orgasmo gane en calidad... alargando el momento de su llegada, quedándose a las puertas para alejarse y volverse a acercar... y el modo para conseguir que este pequeño juego sea una dulce condena con un final más placentero es jugar con y en nuestra piel.
Tocar y ser tocado/a como fuente de placer propiamente y como camino para conseguir un orgasmo más intenso.
Busquemos maneras de tocar para descubrir cuáles nos gustan más:
-Con los dedos: buscando todos los rincones del cuerpo
-Con las manos: para ampliar la zona de placer
-Con los labios: acerquemos nuestro aliento a la piel de nuestro/a compañero/a de juegos
-Con la lengua: humedeciendo el camino que estamos recorriendo
-Piel con piel: gozando del contacto de nuestro cuerpo con el cuerpo del otro/a
-Jugando con la intensidad: se pueden utilizar caricias suaves o aumentando el nivel de intensidad según lo que apetezca en ese momento
-Con aceite de masaje: para facilitar el tacto y mezclar distintos olores en el juego (¡qué importa que se manchen las sábanas!)
-Con los ojos abiertos o cerrados: gozando de la visión de ver a quién se toca o quién te toca o aumentando la excitación cerrando los ojos y dejándote sorprender
... No terminaríamos nunca, podemos imaginar miles de maneras de tocar y de ser tocado/a. Pero el objetivo está claro: aumentar el deseo, la pasión, la excitación para poder gozar más de las sensaciones que el cuerpo proporciona, para poder gozar más del orgasmo. No solamente somos unos genitales cuando jugamos al sexo. Lo repetiré tantas veces como sea necesario.
Y cada persona desea dar o recibir un tipo de tacto y de contacto u otro. Y no siempre tiene que ser el mismo... por lo que es importante conocer bien de qué manera deseas que te toquen hoy para poder decírselo a tu cómplice de juegos...
¿Ya sabes cómo te gusta tocar y cómo deseas que te toquen? Tenemos dos metros de piel, vamos a aprovecharlos...
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CLARO QUE CADA UNO SABE EXPERIMENTAR Y DAR PLACER EN LA INTIMIDAD A SU PAREJA ,PERO NO LO VOY A PUBLICAR,MIJO jajajaja
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De: LuchoG |
Enviado: 06/10/2014 14:04 |
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La edad del sexo
¿A qué edad se pueden iniciar las relaciones sexuales? ¿Quién tiene el derecho o el deber de discriminar cuándo se debe hacer? ¿Están los y las adolescentes preparados/s para tener relacionarse sexual y afectivamente con otra persona?
Sábado, 7 de septiembre del 2013 - 17:52h.
Votos:
+6
-3
Elena Crespi Asensio
A principios de semana recibíamos la noticia de la reforma del código penal sobre la edad de consentimiento de las relaciones sexuales. Hasta ahora estaba en los trece años y va a ser aumentada hasta los dieciséis años.
Muchas serán las personas que se habrán alegrado de este aumento. Muchos serán los adolescentes que se habrán asustado. Y los profesionales de la salud sexual hemos recibido muchas llamadas para saber nuestra opinión al respecto.
Creo que, más allá de atreverme a decir a qué edad deberían empezar las relaciones sexuales (cosa que no haré porque no puedo juzgar a cada una de las personas que decide dar el paso), es una buena medida. Uno de los motivos, según mi parecer, es que los trece años es una edad en la que se acaba de llegar a la adolescencia. La infancia está muy reciente. Y no se está suficientemente capacitado para comprender qué implica tener relaciones sexuales. ¿Y a los dieciséis... se está completamente preparado o preparada? Seguramente tampoco pero la persona ya lleva un tiempo en la adolescencia, ya ha vivido algunas de las ventajas y de los inconvenientes que implica esta etapa, la infancia está cerca pero no tanto como a los trece años... una persona ya está llegando (o al menos está en camino) de la edad adulta.
Hace unos meses Ana Mato dijo que esta medida podía ser útil para luchar “más eficazmente contra los abusos que se cometen contra los menores”. No sé si realmente esta medida servirá o no para ahuyentar a los abusadores o a los agresores. Y también serviría para acercarse más a las edades de consentimiento de otros países europeos. Hasta ahora creo que en España y en el Vaticano hallábamos las edades de consentimiento más bajas. (Prefiero no comentar ahora las dudas que me vienen a la cabeza al pensar en la edad mínima de consentimiento que hay en el Vaticano...).
Lo que me planteo es si este cambio legal tendrá repercusiones en la vida sexual de los y las adolescentes. Hasta ahora la edad de consentimiento eran los trece años pero la media de edad en la que los chicos y chicas empezaban a tener relaciones sexuales estaba alrededor de los dieciséis años. ¿Se afianzará ahora esta edad? ¿Esta ley tendrá efecto sobre esta media? Posiblemente no.
No sé cuántos adolescentes, antes de iniciarse en las relaciones sexuales compartidas, piensan en si han superado o no la edad legal de consentimiento...
¿Qué es lo más importante?
¿Es prioritario indicar un límite de edad en el que empezar las relaciones sexuales? ¿O debemos dar más importancia a una buena educación afectiva y sexual que ayude a los adolescentes a tomar decisiones un poco más maduras?
Aunque hay muchas entidades, familias y escuelas que intentan hacer una educación afectiva y sexual transversal con los niños y niñas, desde que son pequeños hasta que se hacen adultos y adecuando los contenidos de dicho aprendizaje a la edad correspondiente... la mayor parte de la sociedad cree que la educación afectiva y sexual debe darse cuando las niñas y los niños llegan a la pubertad o cuando ya están en la adolescencia. Y, muchas veces, se llega tarde.
La educación afectiva y sexual debería formar parte de nuestra vida desde que nacemos. Y no podemos entender solamente que la educación afectiva y sexual es “hablar de sexo” sino que es educar en las emociones, las habilidades sociales, la autoestima, el derecho a decir “no”(la asertividad), etcétera.
Una educación integral donde no habláramos sólo de preservativos, enfermedades de transmisión sexual, orgasmo, coito, pene y vagina... sino una educación afectiva y sexual que tuviera en cuenta que la sexualidad forma parte de nuestra vida desde antes de nacer y hasta que nos morimos, que es una vía de comunicación con los demás (sobretodo con la pareja) y que, aunque sean muchas las personas que todavía rechazan la idea que la sexualidad es placer, reconocer que va más allá de la reproducción y que, si somos conscientes de los riesgos (y tomamos las medidas suficientes para combatirlos) y los beneficios que nos puede aportar podemos aprender a gozar mucho más de nuestra sexualidad y ayudaremos a que los adolescentes puedan tener todos estos aprendizajes interiorizados antes de tomar la decisión de tener relaciones sexuales...
... y no quiero olvidarme de una cosa esencial de la adolescencia... es una etapa en la que las hormonas se encargan de que siempre haya un punto de locura, por lo que no podemos esperar que las y los adolescentes tomen siempre las decisiones acertadas... Los humanos también aprendemos de nuestros errores... |
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Cuando el corazón se rompe
"Me ha dejado porque no iba bien el sexo". ¿Es posible? ¿Puede romperse una relación por el sexo? Indaguemos en el fondo de este tipo de rupturas...
Martes, 30 de julio del 2013 - 12:00h.
Votos:
+15
-7
Elena Crespi Asensio
Quizás todos conocemos a alguna pareja que se ha roto “porque el sexo no funcionaba”. Pero... ¿se puede romper una pareja si la gimnasia sexual no tiene la frecuencia o la calidad adecuada? ¿O puede que haya algo más tras una ruptura de este tipo?
En realidad, cuando el sexo falla dentro de una relación sexual y no se hace nada para reavivarlo, suele haber uno de los dos miembros de la pareja que siente que la chispa se está apagando. En una relación de pareja, siempre suele haber desequilibrios y la importancia que tiene el sexo dentro de la relación de pareja puede ser distinta para uno y para otro.
Cuando uno de los dos siente que a través del sexo puede tener sensaciones placenteras (que siempre son bienvenidas) pero que además puede tener:
-intimidad con la pareja
-se siente deseado o deseada
-se siente amado o amada durante ese momento (y no solamente durante ese momento)
-siente que conectan
-que se divierten juntos
-que hay complicidad
-seducción
-pasión
-caricias...
Y si el otro también siente lo mismo: la sintonía es perfecta. Pero, en algunas ocasiones, el desequilibrio sobre lo que significa el sexo dentro de la relación es tal que puede desestabilizar el amor. Hay quien ve el sexo como: pereza, aburrimiento, cansancio, desvinculado del amor, un acto para conseguir algo puramente físico, sucio, vinculado con la culpabilidad o algo que no está del todo bien hecho... entonces una persona que lo viva así no deseará potenciar la parte sexual de la relación de pareja y lo vivirá como una carga. Si el desequilibrio llega a ser importante, quien vive la sexualidad como algo que forma parte del amor de la relación puede empezar a sentirse:
-rechazado
-no amado o amada
-amargado/a
-no siente que despierte deseo en el otro/a
-sucio
-demasiado insistente
-en soledad
-perseguidor...
Y eso es lo que hace que la relación se vaya distanciando y vaya quemando otras esferas de la vida de pareja.
En momentos así la fragilidad del vínculo de pareja puede llegar a ser extrema y eso puede llevar a la infidelidad, a conformarse siendo infeliz y... a la ruptura, también. Sobre todo porque la pareja no se visualiza ni se siente como algo que aporte felicidad sino como una carga... y eso pone en una situación límite el amor que puedan sentir dos personas.
Cuando uno de los dos miembros de la pareja siente que no es feliz, no se siente correspondido en sus deseos... se le rompe el corazón y eso sí es el fin del amor. |
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Por Elena Crespi Asensio
Relaciones y nuevas tecnologías
Pareja 2.0
El mundo de las relaciones de pareja no es ajeno a los avances que han hecho las nuevas tecnologías. Y eso, evidentemente, tiene sus puntos positivos y también negativos.
Sábado, 13 de julio del 2013 - 15:56h.
Votos:
+3
-1
Elena Crespi Asensio
Imaginad la situación:
“Luís y Ester hace 3 años que son novios y llevan 3 meses viviendo juntos. Su casa es pequeñita y deciden tener un ordenador portátil para compartirlo. No tienen mucho espacio y no les llega el dinero para comprarse un ordenador cada uno”. Seguramente a más de uno le suena familiar esta situación. “Esta noche, Ester tiene una cena con sus amigas y Luís decide quedarse en casa. Es viernes. No echan nada en la televisión que le interese y decide coger el ordenador y navegar por internet un rato. Cuando entra en la página de facebook... ¡sorpresa! Ester no ha cerrado su cuenta y tiene acceso a las entrañas de su cuenta personal... ¡Qué gran tentación...!”
¿Qué harías si te encuentras en esta situación? ¿Ya has estado “ahí” alguna vez? ¿Qué has hecho?
Si alguna vez has caído en la tentación... quizás deberías revisar la confianza que le tienes a tu pareja... Un acto de confianza sería ir a la esquina superior derecha y cerrar sesión sin hacer ningún tipo de chequeo previo por su facebook. Es difícil, la curiosidad puede ser enorme... ¿con quién se escribirá mensajes directos? ¿quién le dirá qué tipo de cosas? ¿qué responderá la pareja a los mensajes que le llegan? Las preguntas pueden surgir una tras otra...
Si alguna vez has caído en la tentación, me atrevo a decir que has traicionado la confianza de la relación (sin tener en cuenta que quizás entrometerse en los asuntos privados de alguien, sin su consentimiento, suscita dudas razonables sobre la legalidad de este acto... )
Acceder a las cuentas personales de la pareja ahora es mucho más fácil
Nuestro teléfono móvil. Un gran aliado. Nos ayuda a un montón de cosas. Pero también tiene sus peligros. ¿Conoces la contraseña para acceder al contenido del móvil de tu pareja? ¿Si? Pues ten mucho cuidado. La tentación aún es mucho más grande. ¿Por qué? Pues porque la mayoría de personas ya tenemos incorporado en nuestro teléfono móvil nuestras cuentas de Facebook, Twitter, correo electrónico, etcétera, por lo que, una vez has entrado en el móvil, se puede tener acceso libre a casi todo cuanto se quiera. De hecho, son muchas las parejas que “entran y salen” del teléfono de sus parejas como si se pasearan por su casa.
Y evidentemente, existe la posibilidad de entrar en el facebook de nuestra pareja “sin mala intención”, solamente por curiosidad pero... ¿curiosidad de qué? Posiblemente la confianza o desconfianza tenga alguna relación.
Hablemos del “double check”
La mayoría hemos oído hablar del “double check” del “WhatsApp”. ¿Verdad? Y realmente el WhatsApp es una aplicación que nos facilita mucho las comunicaciones con los demás. Pero según en qué manos cae... puede ser muy peligroso y causar más desconfianza que otra cosa.
¿Cuántas son las personas que miran a qué hora se ha conectado su pareja por última vez? ¿y si encuentran que su pareja está on line y no les está diciendo nada? En muchas ocasiones, muchas personas presas de la inseguridad se han preguntado: ¿con quién estará hablando? ¿a quién a mandado el último whatsapp? ¿por qué no me dice nada si está conectado/a?
Y toda esa inseguridad no ayuda a tener una relación de pareja sana.
Giremos la tortilla
En lugar de dudar, espiar, dejar que la curiosidad nos pueda y entrar en terrenos privados de la pareja... ¿por qué no utilizamos las nuevas tecnologías para otras cosas más provechosas y que nos ayuden a cultivar la relación?
Mandar un correo electrónico de buenos días, un whatsapp con un beso, dejar un mensaje en el facebook para mandar un saludo o algunas palabras sugerentes para iniciar un juego erótico en casa... Existen muchas cosas que se pueden hacer gracias a las nuevas tecnologías y que pueden ayudar a mantener la chispita de la relación... ¿para qué utilizar todo esto a nuestra contra cuando podemos usarlo como pequeños detalles que muestren a la pareja que estamos pensando en ella?
A pesar de que estemos hablando del mundo digital... este no deja de ser un reflejo de cómo vivimos las relaciones de pareja en el mundo real.
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Hablemos francamente |
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¿Son necesarios los límites en la sexualidad?
En esta época de la posmodernidad muchas personas piensan que para lograr placer es necesario experimentar situaciones y estímulos nuevos y así evitar la rutina, en especial en el marco de la pareja, la cual a veces se deja llevar por modas sin pensar en posibles consecuencias o situaciones las cuales luego no saben cómo controlar.
Estoy de acuerdo que la pareja debe tratar de enriquecer la relación de manera sistemática y, parafraseando a Martí: “El amor es goteo (…)” o sea, hay que cultivarlo constantemente.
Cuando este queda en el marco de la relación con detalles, fantasías incentivadoras de la pasión, nuevos estilos de comunicación, resulta agradable, enriquecedor o no.
Ahora, cuando buscamos nuevos estímulos, se deben valorar no solo las ventajas, sino también otros elementos que no solo dependen de nosotros y si lo hacemos, debemos asumir posibles riesgos, pues van a intervenir otros elementos o personas los cuáles no sabemos cómo van a reaccionar, incluyendo a nuestra pareja.
Estas reflexiones se relacionan con la consulta realizada por una mujer de 25 años quien me refirió mantenía relaciones satisfactorias desde hacía tres años -tanto desde el punto de vista afectivo como sexual- con un hombre de 32, pero desde los inicios él siempre le manifestó el deseo de experimentar relaciones sexuales con ella y otra mujer al mismo tiempo.
Ella se resistió, pues no lo creía necesario, pero después accedió por temor a perderlo y además, porque creía que era un comportamiento relacionado con la modernidad.
A partir de ese momento comenzaron inseguridades por su parte y la de su pareja relacionadas con la preocupación sobre si al compartir con otra mujer ella es lesbiana, o si su marido disfrutó más con la otra que con ella, e incluso él le ha insinuado su preocupación sobre cómo fue su comportamiento en esa situación.
Es importante ante este tipo de situaciones o similares, valorar qué realmente la llevó a aceptar esta nueva experiencia, si es solo el deseo de probar cosas nuevas o fue por la presión de su pareja, pues si fuera por esta última razón, se debe aprender a no acceder a lo no deseado.
Otro aspecto a considerar es cuando en una relación interviene otra persona, aunque sea de manera ocasional, se puede poner en riesgo el vínculo que es de dos, pues no es igual aquello a usar como fantasías, a llevar estas a la realidad, ya que se adicionan nuevos elementos los cuales no siempre vamos a poder predecir o controlar como son las dudas surgidas sobre su orientación sexual.
Es recomendable pensar bien cuando nos ponemos en situaciones de cierto riesgo, y no lo hablamos desde el punto de vista físico, sino emocional.
El tener relaciones sexuales y amorosas intensas, flexibles, abiertas y buscar nuevas sensaciones dentro de la pareja para el placer, es algo muy bueno, al igual que vivenciar fantasías sexuales siempre y cuando sean placenteras para ambos, hasta aquí no veo ningún riesgo.
También cualquier imagen erótica puede despertar excitación sin que necesariamente tenga una interpretación relacionada con algún tipo de orientación sexual.
En mi experiencia como terapeuta es bueno valorar no solo la espera de satisfacciones sino además probables conflictos a crearse en la pareja ante experiencias de este tipo, donde participan una o más personas.
He visto en consulta cuando uno de los miembros plantea que la situación, al vivirla, le produjo celos, inseguridad, molestia, al ver disfrutar a su pareja con otra persona. Además, al entrar otros entes en el marco de la intimidad, se pierde el vínculo estrecho y armónico logrado por la pareja.
Ante cualquier comportamiento es recomendable valorar tanto riesgos como beneficios y aunque puedan usar, si lo desean, fantasías entre la pareja, al romper los límites de dos se deben asumir también los riesgos.
*Presidenta de la Sociedad Cubana Multidisciplinaria para el Estudio de la Sexualidad (SOCUMES)
Fuente: AIN
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