Virus del Ébola podría usarse en guerras biológicas
Bogotá D. C., ago. 11 de 2014 - Agencia de Noticias UN- Dada su letalidad, el virus del Ébola podría ser considerado un arma de guerra biológica, según afirma la investigadora y docente de la U.N. María Victoria Valero.
Para Valero, PhD en Salud Pública, “el ébola mata rápido y en corto tiempo, debido a su alta contagiosidad, pues de cada 100 personas expuestas, 70 podrían resultar infectadas”, afirma la experta, quien añade que pese a ello, su impacto no se compara con los alcances del SIDA, el cual ha llegado a matar a más de un millón de personas al año, solo en África.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el reciente brote reportado en África ha dejado alrededor de 1.000 personas muertas y más de 1.700 contagiados, lo que ha obligando a declarar la emergencia internacional, especialmente después de que se evidenciara el contagio de ciudadanos estadounidenses y europeos.
La profesora Valero recuerda que la forma de transmisión del ébola es por contacto directo con secreciones, fluidos y sangre, sobre todo por el mal manejo de pacientes y cadáveres en los centros de salud. De hecho, cerca del 10 % de los enfermos han sido empleados de este sector y en países como Senegal, Liberia y Guinea la epidemia está latente.
En estos ambientes, cuenta la profesora Valero, es común que continúen brotes de epidemias que ya han sido controladas en otras partes del mundo, como el cólera.
Por su parte, Jorge Cortés, profesor del Departamento de Medicina Interna de la Facultad de Medicina de la U.N., señala que el ébola corresponde a un grupo de virus conocidos como fiebres hemorrágicas, dentro de los que se encuentra el dengue, que sí es común en Colombia.
Según el experto, las personas que se han infectado y provienen de Europa o Estados Unidos lo han hecho porque se encontraban de viaje en zonas donde la epidemia abunda.
Sin embargo, en su opinión, Colombia no se encuentra en riesgo debido a que no se tienen cifras altas de viajeros hacia esos países o de residentes que provengan de esas latitudes.
“Han pasado cerca de 30 personas que venían de las zonas de riesgo, pero no han reportado infecciones. De todas maneras, con la alarma internacional es necesario adelantar trabajos de prevención”, complementa la profesora María Victoria Valero.
Hasta el momento, la evidencia científica ha mostrado que el contagio viene de primates, pero también se considera que los murciélagos forman parte de esta cadena de transmisión.
Desde 1976, cuando arrancó el virus en las riberas del río Ébola en la República Democrática del Congo (antes llamada Zaire, en el África Central), se propagó en ecosistemas donde humanos y animales conviven sin prevención alguna, con fuentes limitadas de agua potable y sistemas precarios de salud.
Según la OMS, para 2015 podría llegar al mercado la vacuna, siempre y cuando se cumplan los plazos más optimistas de esta agencia con los laboratorios farmacéuticos.