OTRA RAZÓN MÁS PARA NO BEBER AGUA EMBOTELLADA, TIENE MÁS POLONIO RADIACTIVO QUE LA DEL GRIFO
Muchísimas personas en el mundo compran agua embotellada para beber porque se les ha hecho creer que beber más agua es bueno para la salud. Si, de acuerdo, el agua es lo mejor que podemos beber, pero tomar agua embotellada no es la mejor forma de hacerlo. De hecho, tomar agua embotellada es una mala idea. Y en realidad, existen varias razones para no hacerlo.
Generalmente es solo Agua de la Llave Correcto. El agua embotellada, por lo general, es simple agua de la llave de la red de distribución del municipio en donde esté localizada la planta embotelladora. Algunas veces la filtran o la purifican y otras veces no.
¿Por qué razón alguien querría gastar dinero en una botella de agua de la llave? Por lo menos, cuando alguien se sirve un vaso del agua de su casa, sabe lo que hay en su red de agua potable y puede decidir filtrarla o no. Pero en las botellas de agua no hay etiquetas que indiquen lo que contiene de acuerdo a la fuente de esa agua.
El Agua Embotellada Daña el Ambiente. Cada hora se tiran a la basura millones de botellas de plástico. Si, millones, ahora trata de imaginar los rellenos sanitarios de las ciudades y el creciente vórtice de plástico del océano pacífico.
Beber agua de la cocina en un vaso, no produce basura para el medio ambiente. Pero si todos consumiéramos nuestra agua diaria de una botella, imagina el montón de botellas que se juntarían. Las botellas de agua son malas para el planeta.
El Agua Embotellada Expone al Consumidor a Químicos Dañinos. No, los químicos no están en el agua, están en el plástico. Muchas botellas de plástico contienen un químico llamado bisphenol A, también conocido como BPA que se transmita al agua de la botella. Los estudios químicos indican que la exposición a esta substancia es tóxica y que es capaz de causar muchos problemas de salud, incluyendo cáncer y alteraciones hormonales. También el plástico usado para hacer las botellas es un derivado de petróleo que como todos sabemos es el principal responsable del efecto invernadero que ocasiona el calentamiento global y el cambio climático.
Vender Agua Embotellada es un Magnífico Negocio. ¿Realmente quieres que tu necesidad básica de beber agua sea un gran negocio para alguien? Una cosa es cuando una empresa fabrica un producto y trata de convencer a los consumidores de que lo necesitan; y otra cuando se aprovecha una necesidad verdadera de la gente para hacer negocio. Son millones de dólares los que se gastan diariamente en comprar agua embotellada, millones que van a enriquecer a compañías que por otro lado expenden bebidas que contienen cafeína, azúcar y aditivos peligrosos.
¿Qué tan Sano es Beber Agua Embotellada?. Lo “sano” del agua embotellada, es una falacia, sobre todo si la etiqueta dice que contiene vitaminas, minerales y complementos herbolarios; no es más que agua con azúcar y ya sabemos que cualquier producto que contenga azúcar no es bueno para la salud.
El Agua Embotellada es Mala. Sin importar de cuál compañía provenga, beber agua embotellada es mala idea. Todos estaríamos más saludables y el medio ambiente estaría mejor si la gente dejara de comprar agua embotellada y dejara de contaminar el planeta con miles de millones de botellas de plástico que tarde o temprano, cobrarán su factura en contaminación. El trasladar agua embotellada desde distancias desorbitadas, hacia países desarrollados y en desarrollo que disponen de agua de grifo con niveles de calidad totalmente aceptables, resulta como mínimo injustificado. Si a ello sumamos el efecto de las botellas de plástico en el medio ambiente, es muy acertado replantearnos el modo en que nos comportamos para saciar nuestra sed.
El polonio-210 (210Po) se ha hecho popular por casos como la muerte del espía ruso Aleksandr Litvinenko, envenenado con este radionúclido altamente tóxico, y el del histórico líder palestino Yasser Arafat, que pudo correr la misma suerte.
Este isotopo se presenta de forma natural en pequeñas trazas en el agua, el suelo y la atmósfera, aunque cuando se acumula –por ingestión o inhalación– en distintas partes del cuerpo (hígado, bazo, riñones y médula) puede originar daños celulares.
Ahora, investigadores de la Universidad de Sevilla (US) y el Centro Nacional de Aceleradores (CNA, centro mixto US-Junta de Andalucía-CSIC) han evaluado la dosis de polonio-210 que recibe la población española por consumir agua mineral embotellada. Las muestras se han recogido en botellas de 32 marcas comerciales.
Los resultados, que publica la revista Radiation Protection Dosimetry, muestran que las concentraciones de 210Po oscilan entre los 0,6 y 40 milibecquerelios (mBq) por litro. Esta cantidad es similar a la de otras aguas minerales europeas y quedan lejos de los límites considerados como peligrosos, aunque tampoco hay una legislación clara al respecto. Aun así, el estudio confirma que la cantidad de polonio-210 en el agua embotellada es muy superior a la del agua del grifo, que en general no suele superar 1 mBq/L. La de Sevilla, por ejemplo, es 0,25 mBq/L.
“Las diferencia se debe a que el agua del grifo está tratada y potabilizada”, explica Rafael García Tenorio, investigador del CNA, quien insiste en que los niveles más altos de 210Po en el agua mineral, como ocurre con el potasio, el sodio y otros elementos, aparecen de forma natural. Se incorporan al agua embotellada desde las rocas de los acuíferos y manantiales.
Los investigadores también han comparado la aportación a la dosis recibida de este radionúclido nocivo respecto a la de otros dos radioisótopos, el uranio 234 y 238, presentes también en el agua.
“Aunque los niveles de 210Po son inferiores a los de uranio en el agua mineral embotellada, su contribución a la dosis comprometida por ingestión es claramente superior, siendo estas dosis de polonio-210 del agua embotellada superiores a las del agua potable de nuestras viviendas”, recalca la investigadora del Grupo de Física Nuclear Aplicada de la US, Inmaculada Díaz Francés.
Los datos también revelan que los niños de entre uno y siete años reciben una dosis mayor que el resto (hasta 100 microSv/año si consumieran algunas marcas) debido a su menor masa corporal. “Frente a estos resultados llaman la atención las múltiples campañas que se hacen recomendando el consumo de agua embotellada frente a la potable de grifo, sobre todo en niños”, dicen los autores. En general, el coeficiente de dosis de radiación recibida disminuye con la edad, y se establece un valor de referencia de 1.000 microSv/año, a partir del cual es necesario adoptar medidas de protección radiológica.
Según los investigadores, el estudio reafirma que el polonio-210 es uno de los mayores contribuyentes a la dosis de radiación por consumo de agua mineral embotellada, por lo que resulta “imprescindible” vigilar sus concentraciones.
El exigir agua de grifo saludable para todos, tiene una fuente de financiamiento más que lógica: disminuir el consumo de agua embotellada permitirá reducir la cantidad de residuos de plástico de botellas de agua embotellada, liberarando naturalmente los recursos del gobierno utilizados en el reciclaje y procesamiento del plástico. Mientras tanto, el compromiso personal de no consumir agua embotellada (a menos que seamos residentes en una comunidad con agua contaminada) es una idea loable y sobre todo, saludable con nuestro planeta.