El papa Francisco reconoció ayer, durante la misa matutina de la capilla de su residencia, la Casa de Santa Marta, que algunas parroquias católicas se han convertido en “casas de negocios” y cobran por celebrar sacramentos como bautizos o bodas.
El papa se refirió a la liturgia del día en que Jesús expulsó a los mercaderes del templo, “porque habían transformado la casa de oración en una cueva de ladrones”, y denunció cómo ahora los sacerdotes pueden causar escándalo con sus hábitos, con el comercio o la mundanidad.
“Cuántas veces entramos en una iglesia, aún hoy, y hemos visto la lista de los precios para el bautismo, la bendición, las intenciones para la misa. Y el pueblo se escandaliza”, exclamó el papa.
Francisco contó cómo recién ordenado sacerdote conoció a una pareja de novios que quería casarse durante una ceremonia que incluyera la misa, pero el párroco se negaba porque decía que la celebración no podía durar más de 20 minutos ya que se ocupaban dos turnos. “¡Y para casarse con una misa tuvieron que pagar dos turnos!”, lo cual consideró “un pecado”.
El papa recomendó a los fieles que cuando vean algo semejante “tengan el valor de decírselo a la cara al párroco”.
“Hay dos cosas que el pueblo de Dios no puede perdonar: un sacerdote apegado al dinero y un sacerdote que maltrata a la gente”, dijo el pontífice, y agregó que es imposible perdonar cuando “la casa de Dios se convierte en una casa de negocios”.
Además señaló que la Iglesia o las iglesias no pueden ser especuladoras, porque “la salvación es gratuita”.
(Bs. As., 13 de marzo de 2014) Se cumple un año de que Francisco asumió como Pontífice, Pastor del Pueblo de Dios, de llevar el mensaje del Evangelio al mundo y de renovar una Iglesia que se había oscurecido la vida y la esperanza.
Hace un año decíamos ¿Cuál era la situación de la Iglesia previo a la abdicación del Papa Benedicto VI?En las últimas décadas los principales conductores de la Iglesia, habían desandado el camino iniciado en el Vaticano II, y desactivado cuando no perseguido las opciones que consideraban la historia de la liberación de los pueblos como parte de la historia de la salvación, surgidas desde latinoamérica a partir de Medellín, Puebla y varios Sínodos. En una Iglesia cuyo viraje conservador iniciado con Juan Pablo II y consolidado con Benedicto XVI, ya había cambiado el perfil de episcopados completos, desplazando a obispos progresistas por otros ultraconservadores, y que además evidenciaba una fuerte crisis de credibilidad frente al manejo poco transparente de los fondos vaticanos y por las denuncias de abusos y encubrimientos de sacerdotes acusados de aberrantes actos de pedofilia, la elección del nuevo pontífice se esperaba dentro de la continuidad de opciones ultramontanas y en particular italianas.
En ese contexto, la designación del Cardenal Bergoglio, surgió como una novedad, por primera vez la Iglesia salía del euro-centrismo y abría su visión hacia latinoamérica y otros continentes. Los primeros gestos y actitudes del nuevo Papa, así como la adopción del nombre del Santo de Asis, Francisco, que constituye por su alto simbolismo una opción por los pobres y un programa de acción, demarcaron un espacio diferente al previsible inicialmente. ¿Podrá la Iglesia empezar a recuperar de la senda del Vaticano II, adecuarlo a los tiempos actuales y tratar de animar y alumbrar desde la fe alternativas de justicia social para los pueblos?. Sólo la decisión y el tiempo dirán cuanto podrá cambiar Francisco, las herencias negativas que afectan al Vaticano y la Iglesia en general.
Hoy podemos decir que en la Iglesia universal soplan nuevos vientos, empezó a cambiar la agenda, y aunque no se pueda esperar drásticas transformaciones, cuando durante décadas se reforzaron liderazgos, jerarquía, movimientos e instituciones conservadoras, vuelve a cobrar relieve acompañado por numerosos gestos del Papa Francisco, el anhelo de una Iglesia pobre, el compromiso con los más pobres, con los excluidos y este no es un dato menor.
Frente a un crecimiento económico que se nos presenta divorciado del bienestar de los pueblos, donde se ha profundizado la brecha entre ricos y pobres, no sólo entre los países del Norte con respecto a los del Sur sino también al interior de cada país, donde se acentúan los procesos de concentración de la riqueza en pocas manos, mientras amplios sectores de la población (trabajadores, mujeres y jóvenes pobres en particular) son desplazados del mundo del trabajo a límites de sobrevivencia infrahumana, el Papa Francisco ha cuestionado una globalización económica asociada a la exclusión social de los pueblos.
Su presencia en Lampedusa para solidarizarse y expresar su compromiso con los miles de migrantes que escapan de masacres despojo de sus tierras, para tratar de sobrevivir en Europa, muestra que no son sólo discursos sino testimonio con hechos para interpelar a una Europa, que pese a la crisis, sigue siendo opulenta. A estos hechos cabe agregar su denuncia frente a diversas organizaciones internacionales de perfil delictivo (mafias, narcotráfico, trabajo esclavo, etc.) que tienen un alto poder de corrupción y gravitación en segmentos cada vez mayores de la economía mundial y de numerosos países.
Igual testimonio se expresó en la decidida intervención en favor de la Paz y contra las intervenciones armadas y la profundización de la guerra en el caso de Siria, que podría haber escalado a niveles inimaginables.
El llamado de Francisco al compromiso de los jóvenes, a ese “hagan lío”, vuelve a interpelarlos a ser partícipes de un mundo mejor, vuelve a sacar a los cristianos al mundo, a no esconder la luz bajo la cama, vuelve a plantear que al igual que levadura debe fermentar para hacer el pan, la fe debe animar en la dignificación de nuestros pueblos
La protección de los derechos de las personas y de los pueblos, el desarrollo humano, la defensa del medio ambiente, los procesos de desarme y la justicia se convertirán cada vez más en temas de debate internacional, porque en esta ocasión está en juego nuestro Planeta, e implicarán un largo proceso de luchas con avances y retrocesos. Ante estos desafíos un Papado que vuelve a plantear un liderazgo ético, cultural y religioso, que interpela al mundo entero, que asume una perspectiva ecuménica, profundiza el diálogo con otras Iglesias de Igual a Igual, no puede ser más promisorio y alentador.
El Papa Francisco ha empezado a tratar de superar los problemas que vive la Iglesia Católica. En este aspecto, seguramente queda un largo camino por transitar para desmontar la trama “non santa” que aquejaba a la Curia Romana, sin embargo son muy auspiciosas numerosas medidas adoptadas, avanzar en la Colegialidad intercontinental, al crear la comisión integrada por Cardenales de diversos países para que lo acompañen en su gestión. Ya no sólo gobernará la Iglesia Europa o los países del Norte, y en la elección del futuro Papa tendrán mayor gravitación otros continentes a partir de la designación de nuevos Cardenales. Los sectores más conservadores van perdiendo gravitación, aunque mantengan todavía un poder considerable. De la Roma que perseguía y aplicaba la Teología de la sospecha a los teólogos de la liberación, se abrió paso al diálogo y encuentros. Seguramente quedan numerosas reformas pendientes como la posibilidad de opción de los sacerdotes al matrimonio, el acceso de las mujeres al sacerdocio, por mencionar algunas. Hay señales alentadoras como el reconsiderar la comunión de los divorciados. Los desafíos son grandes, la esperanza de que puedan encararse también.
Lo cierto es que Francisco, como Pastor, ha despertado esperanzas, está dando testimonios personales y adoptando medidas que alientan a una Iglesia que vuelve a caminar con los pobres, que procura vivir en comunidad en oración y compromiso.
Adolfo Pérez Esquivel Premio Nobel de la Paz Presidente del Servicio Paz y Justicia
Papa Francisco: Es hermoso ir a Misa el domingo y recibir la Eucaristía que es fuente de la vida
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El Papa Francisco sube las escaleras hasta el atrio de la Basílica de San Pedro para la catequesis de la audiencia general de este miércoles (Foto ACI Prensa)
VATICANO, 05 Feb. 14 / 11:50 am (ACI/EWTN Noticias).- En su catequesis esta mañana en la Plaza de San Pedro a la que asistieron miles de fieles pese al intenso frío y a la lluvia que desde hace varios días cae en Roma, el Papa Francisco explicó la importancia vital de la Eucaristía para todo fiel, que debe ser recibida los domingos en la Misa, porque es el corazón y la fuente de la vida de la Iglesia.
A continuación la catequesis completa del Santo Padre:
Queridos hermanos y hermanas buenos días… Buen día, pero no buena jornada, ¿eh? Está un poco fea.
Hoy les hablaré de la Eucaristía. La Eucaristía se coloca en el corazón de la “iniciación cristiana”, junto al Bautismo y a la Confirmación, y constituye la fuente de la vida misma de la Iglesia. De este Sacramento del amor, de hecho, nace todo auténtico camino de fe, de comunión y de testimonio.
Lo que vemos cuando nos reunimos para celebrar la Eucaristía, la Misa, nos hace ya intuir qué cosa estamos por vivir. En el centro del espacio destinado a la celebración se encuentra el altar, que es una mesa cubierta por un mantel y esto nos hace pensar en un banquete.
Sobre la mesa hay una cruz, que indica que sobre aquel altar se ofrece el sacrificio de Cristo: es Él el alimento espiritual que allí se recibe, bajo el signo del pan y del vino. Junto a la mesa está el ambón, es decir, el lugar desde el cual se proclama la Palabra de Dios: y esto indica que allí nos reunimos para escuchar al Señor que habla mediante las Sagradas Escrituras y, por lo tanto, el alimento que se recibe es también su Palabra.
Palabra y Pan en la Misa se hacen una misma cosa, como en la última Cena, cuando todas las palabras de Jesús, todos los signos que había hecho, se condensaron en el gesto de partir el pan y ofrecer el cáliz, anticipación del sacrificio de la cruz, y en aquellas palabras: “Tomen, coman, este es mi cuerpo…tomen, beban, esta es mi sangre”.
El gesto de Jesús cumplido en la Última Cena es el extremo agradecimiento al Padre por su amor, por su misericordia. “Agradecimiento” en griego se dice “eucaristía”. Y por esto el sacramento se llama Eucaristía: es el supremo agradecimiento al Padre que nos ha amado tanto hasta darnos a su Hijo por amor. He aquí por qué el término Eucaristía resume todo aquel gesto, que es gesto de Dios y del hombre juntos, gesto de Jesucristo, verdadero Dios y verdadero hombre.
Por lo tanto, la celebración eucarística es mucho más de un simple banquete: es propiamente el memorial de la Pascua de Jesús, el misterio central de la salvación. “Memorial” no significa sólo un recuerdo, un simple recuerdo, sino que quiere decir que cada vez que celebramos este Sacramento participamos en el misterio de la pasión, muerte y resurrección de Cristo.
La Eucaristía constituye el vértice de la acción de salvación de Dios: el Señor Jesús, haciéndose pan partido para nosotros, vierte, en efecto, sobre nosotros toda su misericordia y su amor, tanto que renueva nuestro corazón, nuestra existencia y nuestro modo de relacionarnos con Él y con los hermanos.
Es por esto que normalmente, cuando nos acercamos a este Sacramento, se dice que se “recibe la Comunión”, que se “hace la Comunión”: esto significa que en la potencia del Espíritu Santo, la participación en la mesa eucarística nos conforma en modo único y profundo a Cristo, haciéndonos pregustar ahora ya la plena comunión con el Padre que caracterizará el banquete celeste, donde, con todos los Santos, tendremos la gloria de contemplar a Dios cara a cara.
Queridos amigos, ¡no agradeceremos nunca suficientemente al Señor por el don que nos ha hecho con la Eucaristía! Es un don muy grande. Y por esto es tan importante ir a misa el domingo, ir a misa no sólo para rezar, sino para recibir la comunión, este Pan que es el Cuerpo de Jesucristo y que nos salva, nos perdona, nos une al Padre. ¡Es hermoso hacer esto! Y todos los domingos vamos a misa porque es el día de la resurrección del Señor, por eso el domingo es tan importante para nosotros.
Y con la Eucaristía sentimos esta pertenencia a la Iglesia, al Pueblo de Dios, al Cuerpo de Dios, a Jesucristo. Y no terminaremos nunca de captar todo el valor y la riqueza. Pidámosle, entonces, que este Sacramento pueda continuar a mantener viva en la Iglesia su presencia y a plasmar nuestras comunidades en la caridad y en la comunión, según el corazón del Padre.
Y esto se hace durante toda la vida. Y se empieza a hacer el día de la primera comunión. Es importante, que los niños se preparen bien a la primera comunión y que ningún niño deje de hacerla porque es el primer paso de esta pertenencia a Jesucristo, fuerte, fuerte después del Bautismo y de la Confirmación. Gracias
Para poder valorar mejor al Papa traigo opiniones desde los más distintos ángulos para sopesar los distintos pareceres .....
RAZONES: PAPA FRANCISCO, REFORMADOR DE LA JERARQUÍA ECLESIÁSTICA ULTRACONSERVADORA
DR. ARTURO JARAMILLO PALOMINO
@ArturJaramilloP
Ante la situación terrible que pasa nuestro país, que se observa complejo y de alto riesgo, máxime por la imposición de reformas neoliberales y un desistimiento al tema y grave problema de la inseguridad, violencia, impunidad y corrupción, hemos dejado pasar un acontecimiento mucho muy importante para la subsistencia de la Iglesia Católica, a los propuestas liberales y progresista del PAPA FRANCISCO que intentó actualizar a la iglesia católica en el llamado Sínodo Sobre Familia realizado en días pasados en el reino del Vaticano.
Roma, enrarecida, se tensó, se crispó con la rebelión de la curia eclesiástica que mostró su ultraconservadurismo, a pesar que saben que la Iglesia Católica está padeciendo deserción de sus fieles por causa de sus conductas no éticas y no morales que pregonan su dogma.
En un acto muy valiente y temerario, el PAPA FRANCISCO, con sus propuestas de actualizar la conservadora actitud de la curia romana, como cambiar las relaciones de la iglesia católica con los divorciados, parejas en unión libre y algo sobresaliente, sobre el tema de homosexuales por decir algo, sin dejar de mencionar la pederastia, se enfrentó a los cardenales y obispos más conservadores e hipócritas, que impidieron estos cambios, porque quizá pensaron que vendrían después otras reformas, como la aceptación a la mujer para hacerlas sacerdotes y oficiar misa, y todo lo referente a su función, que se aprobara el aborto o el casamiento entre homosexuales o lesbianas.
¿Qué argumento invocaron estos “padrecitos”? “El interés y fortalecimiento de la Iglesia” y no su debilitamiento con dichas propuestas por el PAPA FRANCISCO.
Es del conocimiento universal que el PAPA y sus seguidores más pragmáticos están conscientes y lo sabemos todos, que la Iglesia Católica está perdiendo fieles tanto en cantidad como en el sostenimiento y cumplimiento hacia la fe.
Por esto y otras causas, la Iglesia debe transformarse, con la finalidad de actualizarse y acercarse a una sociedad cada día más cambiante.
El PAPA FRANCISCO con sus propuestas revolucionarias las cree necesarias para que la Iglesia Católica se ajuste al momento actual, mientras que “ESOS PADRECITOS” piensan todo lo contrario. Que continúe igual.
Ahora, si analizamos en la forma más sencilla, por ejemplo, los gays no dejarán de serlo solo por el solo rechazo sin sentido por la Iglesia, lo mismo pasará con los divorciados.
Y aquí viene lo incongruente de esa conducta torpe de la curia romana. Una mujer que aborte y vuelva abortar, por la causa que sea, le valdrá muy poco a la Iglesia, entre otros.
Esa tesis que defiende la curia romana de padrecitos (?) de que la Iglesia debe determinar la conducta y el comportamiento del católico, en base a su “FE”. Otra vez, una torpeza como es el rechazo de los grupos de la sociedad plural que quiera condicionar a la Iglesia ante el mundo actual de cambios.
El sínodo sobre la familia malévolamente olvidó a la mujer, ignorándola de su capacidad y libertad para desempeñar múltiples actividades o decisiones personales de libertad.
Entre otras propuestas del PAPA FRANCISCO, que ha sorprendido al mundo católico y no católico, no ha sido más que elevar la voz para advertir que la iglesia de continuar igual corre el riesgo de que se transforme en una religión minoritaria y que además, deje de ser un poder que, inclusive, vive en maridaje de complicidad con el poder político.
En torno al sínodo, los sectores de la curia romana en actitud de insurrección de los sectores más tradicionalistas hacia el PAPA FRANCISCO, que cada día es más aceptado, apreciado y querido por su forma de ser y actuar como defensor de una iglesia de los pobres y no para los ricos, han desatado una campaña mediática cruel y despiadada por todos los canales, ante la cual ha externado que en la “tentación de la codicia siempre está presente, la codicia del dinero y del poder”. Ha sido traicionado por algunos de sus más cercanos, como para no sorprendernos de la basura que nos rodea tal como lo registra la historia. Para satisfacer esa codicia, los malos, por decir algo, cargan sobre sus hombros de las personas fardos insoportables, que ellos mismos ni siquiera tocan con un dedo. También nosotros podemos tener la tentación de apoderarnos de la vida, a causa de la codicia que nunca falta entre nosotros.
Por cierto, el PAPA BENEDICTO XVI advertía que los peores enemigos no estaban fuera sino dentro de la misma iglesia. Estos Judas, que nunca faltarán por su codicia y ambición enfermiza, hicieron circular entre los asistentes al sínodo sobre la familia conceptos de la Iglesia Católica de una postura realmente medieval, bajo los papados de Karol Wojtyla y de Joseph Ratzinger. Por cierto, con la más terrible posición de atacar al PAPA FRANCISCO.
Como algo para reflexionar, el PAPA, al participar en el llamado encuentro mundial de los movimientos populares exclamó irónicamente que es “extraño que cuando hablo de tierra, trabajo y casa, digan que el PAPA es comunista”. Hasta dónde se ha llegado para defenestrar estas propuestas liberales y progresistas para una Iglesia Católica cada día más decadente y comprometida con el poder político y económico de los gobiernos.
Perdió ganando el PAPA FRANCISCO, y continuará, téngalo por seguro, luchando con sus seguidores hasta lograr cimentar a la iglesia actualizada y moderna, que los judas de siempre han impedido el crecimiento, fortalecimiento, bajo la búsqueda de la unidad fraternal y el cambio. Estos Judas han estado cerca de cada uno de nosotros, y a todos se les ha derrotado como Francisco lo hará en beneficio de su compromiso que es la Iglesia Católica.