El psiquiatra francés Gaëtan Gatian de Clerambault establece que el erotómano transita por tres fases en su delirio. En la primera fase aparece la esperanza, en la segunda la decepción y por último, y la fase más peligrosa, el rechazo. En este caso sería muy claro como transita por estas tres fases.
La esperanza, la fase donde el erotómano se enamora locamente, lo podríamos ubicar en el año 2011 donde la conoce por primera vez en esa visita por el censo. “Ella me ama, yo la amo”, “estaremos juntos para siempre”. Este tiempo está cargado de interpretaciones e intuiciones delirantes. Cualquier elemento de la cotidianeidad puede ser interpretado desde esta lógica erotomaníaca, por ejemplo en una conversación, en algo que lee en el periódico, en algo que escucha en la radio, o en mensajes donde intuye que están hablando de lo que esa mujer siente por él, “indicadores” de ese amor. Puede ser una canción que suena en la radio, un slogan publicitario, una frase dicha al pasar. Tiene una certeza psicótica que hace imposible que entre en razón.
La segunda fase es la decepción, y aparece cuando la persona se da cuenta de que no es correspondido como pretende. En este tiempo se puede deprimir, pero no cesa con la idea delirante. La certeza de este hombre está basada en que ellalo amaba con pasión, aunque disimule, e incluso pareciera ante los demás mostrarle indiferencia.
En la última fase del delirio erotomaníaco la historia siempre se vuelve más compleja, oscura y mucho más peligrosa. La fase del rechazo es donde por lo general la persona toma venganza contra el objeto de amor: O sos mía, o no sos de nadie